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El 15 de diciembre de 2025, JPMorgan Chase & Co. anunció oficialmente el lanzamiento de su primer fondo monetario tokenizado, My OnChain Net Yield Fund (MONY), en la blockchain de Ethereum. Es la primera vez que un banco sistémico global despliega íntegramente un fondo monetario en una blockchain pública. Este hecho se percibe como un hito en la tokenización real de activos financieros tradicionales.
La posición de JPMorgan en el sector de criptoactivos ha generado interés durante años. Aunque sus altos ejecutivos han expresado cautela o incluso críticas hacia activos descentralizados como Bitcoin, la entidad ha mantenido una línea constante de investigación y aplicación de tecnología blockchain.
Desde las primeras redes de liquidación basadas en blockchain y pilotos institucionales de custodia y compensación, hasta la emisión directa de productos financieros en cadena, el lanzamiento de MONY demuestra que el enfoque de JPMorgan ha evolucionado de la “validación tecnológica” a la gestión real de activos y capitales en el mercado.
MONY es un fondo monetario tokenizado sobre Ethereum, emitido por la división de gestión de activos de JPMorgan y dotado con cerca de 100 millones de dólares de capital propio.
El fondo está dirigido a inversores cualificados y exige un elevado mínimo de inversión para cumplir con la normativa de fondos privados. Los inversores pueden suscribir con moneda fiduciaria o stablecoins como USDC. Los rendimientos se liquidan a diario, y todas las participaciones y derechos de inversión se registran como tokens en la blockchain.
Este modelo conserva la baja volatilidad y los rendimientos estables propios de los fondos monetarios tradicionales, aprovechando la auditoría en tiempo real, la liquidación 24/7 y la transparencia en cadena de blockchain. Supera de manera efectiva las limitaciones T+1 o T+2 de los sistemas financieros heredados.
Como principal plataforma mundial de contratos inteligentes, Ethereum ofrece ventajas únicas para la tokenización de activos. Sus protocolos de token estandarizados, la red de validadores descentralizada y el sólido ecosistema de desarrolladores la sitúan como la opción preferente para la tokenización institucional de activos.
Las mejoras continuas de la red Ethereum y el crecimiento de proveedores institucionales (que ofrecen custodia regulada, auditoría, operación de nodos y gestión de riesgos) aportan el cumplimiento y la seguridad necesarios para los fondos tokenizados. Por ello, las instituciones financieras tradicionales eligen Ethereum como blockchain pública principal.
Según las divulgaciones, los activos iniciales bajo gestión de MONY ascienden a unos 100 millones de dólares, centrados principalmente en inversores institucionales y clientes de alto patrimonio. Los inversores pueden participar en USD o USDC, adaptándose a diversas necesidades de compensación y gestión de tesorería.
Este modelo híbrido (“fiat + stablecoin”) garantiza el cumplimiento normativo y la seguridad del capital, y sirve de puente para que los inversores tradicionales experimenten procesos financieros en blockchain. Además, aporta experiencia práctica para futuras emisiones masivas de activos en cadena.

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En el día del lanzamiento de MONY, Ethereum (ETH) captó una atención significativa en el mercado. Los datos en cadena mostraron a ETH cotizando cerca de 3 000 dólares, estabilizándose tras un breve retroceso.
Si bien un solo producto institucional no determina la dirección del precio, el avance sostenido de grandes entidades financieras en la oferta de activos en blockchain ha reforzado la imagen de Ethereum como “blockchain pública de grado financiero”. Sin embargo, la evolución a corto plazo del precio de ETH sigue marcada por factores macroeconómicos, el sentimiento de riesgo y el contexto general del mercado cripto.
El lanzamiento de MONY se reconoce como un hito clave en la adopción real de activos en blockchain por parte de instituciones financieras tradicionales. Frente a los fondos monetarios convencionales, los fondos tokenizados aportan ventajas claras en transparencia, eficiencia de liquidación y accesibilidad global, especialmente para la gestión transfronteriza de tesorería y la asignación de liquidez institucional.
Además de JPMorgan, varios gestores de activos europeos de referencia exploran activamente los fondos monetarios tokenizados y la tokenización de activos reales, lo que refleja el paso del sector del concepto a la implementación a gran escala.
Pese a sus ventajas estructurales, los fondos tokenizados afrontan incertidumbre regulatoria, riesgos técnicos y retos en la gestión de liquidez. Los avances en el cumplimiento de stablecoins, las mejoras de la red Ethereum y la evolución de la regulación global influirán directamente en la expansión y adopción de estos productos.
De cara al futuro, a medida que las instituciones financieras internacionales refuercen su presencia en activos en blockchain, los fondos monetarios tokenizados se convertirán en un nexo esencial entre las finanzas tradicionales y el ecosistema Web3, impulsando una transformación profunda en la securitización de activos, la liquidación y la gestión de liquidez.





