
(Fuente: Reserva Federal)
Los datos recientes de empleo en Estados Unidos han incrementado moderadamente las expectativas del mercado de recortes de tipos a corto plazo. Los movimientos en los futuros sobre el tipo de los fondos federales reflejan que los inversores ahora estiman una probabilidad de alrededor del 30 % para un recorte a partir de enero del próximo año, frente a niveles previamente bajos. Esto indica que, incluso sin señales claras de debilidad económica, el mercado ya está ajustando el precio del riesgo de forma anticipada.
Después de la publicación de los datos de empleo y ventas minoristas, las expectativas sobre la trayectoria de la política monetaria de la Reserva Federal a medio plazo permanecen estables en el mercado de futuros sobre tipos. La mayoría de los inversores sigue previendo que la Fed recortará los tipos aproximadamente dos veces en torno a 2026, con una relajación total cercana a los 60 puntos básicos. Esto subraya que la visión fundamental del mercado sobre la desaceleración del crecimiento económico no ha cambiado.
Además de los datos económicos, los próximos cambios en la alta dirección de la Reserva Federal se han convertido en un foco central para el mercado. Con la presidencia actual cerca de su término y la presión política pública sobre la política de tipos en aumento, los inversores evalúan cada vez más cómo un nuevo presidente podría modificar el enfoque de la Fed.
Algunas instituciones consideran que un nuevo presidente de la Fed podría adoptar una postura de política más flexible. Incluso si la economía se mantiene relativamente fuerte, cualquier leve enfriamiento en el mercado laboral podría justificar un recorte anticipado de tipos. En este escenario, la política monetaria se orientaría más hacia la gestión proactiva del riesgo que a reaccionar únicamente ante una recesión.
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Las valoraciones del mercado sobre la senda de recortes de tipos de la Fed están evolucionando desde reacciones a datos puntuales hacia una evaluación más amplia de la estructura de la política y los cambios en la dirección. A corto plazo, las variaciones sutiles en los indicadores económicos seguirán impulsando las expectativas sobre los tipos. A medio y largo plazo, la orientación política y la tolerancia al riesgo del nuevo liderazgo podrían determinar el ritmo de la relajación. En un escenario de incertidumbre persistente, el mercado continuará buscando un nuevo equilibrio entre datos, señales de política y expectativas.





