Muchos inversores minoristas están atrapados en un error fatal: creen que el precio de las criptomonedas solo puede ir a cero y que con un poco de aguante podrán recuperarse. Pero en realidad, eso es justo el comienzo de una pérdida catastrófica.

La caída de LUNA en 2022 ilustra perfectamente el problema. En 48 horas, pasó de 119 dólares a 10 dólares, una caída del 91.6%. En ese momento, muchos comenzaron a comprar en la caída, pensando que estaban comprando barato. ¿Y qué pasó después? En otras 36 horas, LUNA cayó a 0.1 dólares. Aquellos que apostaron a 10 dólares vieron su capital evaporarse en un 99% — de 100,000 yuanes solo quedaron 1,000.

Las matemáticas son implacables: caer de 100 a 1 es una pérdida del 99%, y de 1 a 0.01 también es una pérdida del 99%. La prueba definitiva de una caída suele venir después de que crees que has tocado fondo y el mercado se desploma aún más.

El comportamiento de FTT es aún más instructivo, con múltiples trampas en el camino. Cuando cayó de 24 dólares a 2.4 dólares, los que compraron en la caída entraron en acción; luego bajó a 0.88 dólares, rebotó a 1.2 dólares y algunos añadieron más para recuperar pérdidas; finalmente, cayó a 0.01 dólares, con una caída acumulada del 99.96%. Muchos fueron cortados en cada "falso fondo".

Incluso Bitcoin, que es el líder del mercado, en 2022 cayó de 69,000 a 15,000 dólares. En esa caída del 78%, quienes compraron a 60,000 dólares perdieron la mitad, y quienes añadieron en 30,000 dólares también perdieron un 50% al llegar a 15,000. La idea de que "la caída es limitada" es solo una ilusión.

La realidad es que: aunque el valor absoluto puede tener un límite en su caída, las pérdidas porcentuales, el tiempo que lleva y el costo de oportunidad no tienen fin. Muchas personas no mueren por llegar a cero, sino por aguantar sin sentido y desgastarse mentalmente.

Una estrategia confiable sería así:

Aunque parezca que hay un fondo en la caída, tu capacidad de aguante es limitada, por lo que debes cortar pérdidas; aunque parezca que no hay techo en la subida, tu tiempo también es limitado, así que debes tomar ganancias. En la práctica, ajusta tus niveles de stop-loss según tu resistencia al estrés: si puedes soportar pérdidas flotantes durante 3 meses, sal cuando caiga un 20%; si puedes aguantar un año, puedes poner el stop en un 40%. No seas demasiado codicioso con las ganancias: toma un 20% de beneficio cuando las ganancias flotantes alcancen el 50%, y si se duplican, cierra con un 30% de ganancia. Cuando alcances tu objetivo, realiza la ganancia inmediatamente.

El núcleo de la inversión es gestionar riesgos y calcular la relación entre ganancias y pérdidas. La ilusión de que "la caída es limitada" destruirá toda conciencia de riesgo.

No olvides: después de perder el 99%, aún puedes perder otro 99%. Cada "fondo" puede ser la entrada a una nueva ronda de infierno. Protege tu capital, cumple con las reglas de stop-loss y toma ganancias, solo así podrás esperar la próxima explosión del mercado.