La red de Solana ha estado bajo un ataque sostenido de DDoS durante la última semana, con el tráfico de ataque alcanzando aproximadamente 6 terabits por segundo. Esto marca el cuarto ataque más severo registrado en la historia contra cualquier sistema distribuido. El ataque subraya las crecientes presiones de seguridad que enfrentan las cadenas de bloques de Capa 1 a medida que aumenta el valor de la red y la actividad del ecosistema. Este tipo de ataques a gran escala suelen dirigirse a los mecanismos de consenso o a la infraestructura RPC, interrumpiendo el procesamiento de transacciones y la comunicación entre nodos. El incidente destaca el desafío continuo de equilibrar la accesibilidad de la red con mecanismos de defensa robustos en sistemas descentralizados.