En este círculo, por muy hermosa que sea la narrativa, parece que no puede escapar de un destino: desaparecer. No es una consolidación lenta, sino una caída desde la cima hasta el punto de partida.

Solo hay que echar un vistazo a las tendencias de estos años para entenderlo. NFT alguna vez fue un éxito rotundo, las inscripciones estaban en todas partes, Ethereum L2 fue promocionado como el futuro, PEPE y WIF hicieron que muchos soñaran con enriquecerse de la noche a la mañana. ¿Y ahora? La mayoría ya han vuelto al punto de partida, e incluso más abajo.

En cambio, BTC ha sobrevivido a varias rondas de actualización y renovación de narrativas. No porque su historia sea la más atractiva, sino porque ha pasado por suficientes ciclos de validación. Esto es casi la realidad más dura de este mercado: los que sobreviven, a menudo no son los más atractivos.