Últimamente, hay una gran noticia en el mundo de las criptomonedas: Ripple ha obtenido la aprobación de la OCC (Office of the Comptroller of the Currency) de EE. UU., convirtiéndose en un banco fiduciario regulado de verdad. Esto es realmente un hito para XRP.

Pero si se mira con atención, se verá que el futuro de las finanzas criptográficas en realidad está en una bifurcación. Por un lado, está la ruta de Ripple, que entra directamente en el sistema tradicional; por otro, hay enfoques completamente diferentes.

Primero, ¿qué significa esta operación de Ripple? Tras obtener la licencia de fideicomiso, su stablecoin RLUSD podrá operar en EE. UU. con la legitimidad de un banco. Esto implica que se podrán ofrecer servicios de custodia de activos, pagos internacionales y servicios financieros completos. En pocas palabras, han entrado directamente desde fuera del sistema y están transformando el sistema dentro del marco regulatorio. La frase del CEO, "los bancos tienen miedo", refleja bastante bien esta postura.

Pero esta vía tiene su precio. Obtener la licencia significa aceptar completamente las restricciones regulatorias; o bien innovas el sistema, o bien el sistema te transforma a ti. Es una disyuntiva.

En comparación, algunos proyectos toman otro camino. No se apresuran a buscar regulación, sino que construyen una lógica financiera independiente en la cadena. Por ejemplo, USDD, que usa algoritmos y mecanismos de incentivos para estabilizar su precio, una idea que evita la burocracia de las licencias tradicionales y resuelve el problema de confianza mediante tecnología y fuerzas de mercado.

Ambos caminos tienen sus ventajas y desventajas. Uno es una posición de cumplimiento, el otro, de libertad para innovar. En el futuro, las finanzas criptográficas quizás no sean dominadas por una sola entidad, sino que estas dos fuerzas compitan y se fusionen. Algunos usuarios preferirán soluciones como Ripple, que son reguladas, y otros mantendrán la independencia en la cadena. Cómo debe elegirse el ecosistema, todavía dependerá de los votos que al final emita el mercado.