Cuando se habla de privacidad en cripto, la mayoría de las personas solo piensan en el ocultamiento de transacciones. Pero eso es solo la punta del iceberg.

Considera la diferencia entre protección a nivel de aplicación y seguridad a nivel de sistema. Una sola billetera o plataforma de intercambio puede ser comprometida a través de varios vectores—brechas en servidores, vulnerabilidades en protocolos o ataques dirigidos. ¿Y si la privacidad no estuviera confinada a una sola aplicación, sino integrada en toda la infraestructura operativa?

Ahí es donde la arquitectura se vuelve interesante. Al integrar mecanismos de privacidad a nivel de sistema, todo el ecosistema se vuelve más resistente frente a las superficies de ataque típicas. Las transacciones se protegen no solo dentro de una dApp, sino en toda la pila de infraestructura más amplia.

La verdadera fortaleza surge cuando múltiples capas trabajan en conjunto—desde la base del sistema operativo hasta las diversas aplicaciones. Es un enfoque holístico a lo que a menudo las personas tratan como un problema de una sola característica. La privacidad se convierte en una propiedad de la red, no en una casilla de verificación en una interfaz de usuario.