¿Por qué la tendencia del yen japonés se ha invertido bruscamente? ¿Es rentable ahora comprar yenes? Los últimos diez meses, el rendimiento del dólar estadounidense frente al yen ha sorprendido al mercado. Desde el nivel de 140 a finales de 2024, ha subido hasta superar los 157, enfrentándose a su ciclo de depreciación más severo desde la década de 1990. ¿Qué oportunidades de inversión se esconden tras estos movimientos en el tipo de cambio?
¿Qué ha llevado al yen a su nivel más débil en 34 años?
Las fuerzas motrices de la depreciación del yen
El yen continúa debilitándose, principalmente debido a la lucha entre dos fuerzas:
Primero, las expectativas de expansión fiscal en Japón. El gobierno de Sanae Takaichi implementa políticas de gasto presupuestario agresivas, lo que genera dudas sobre la sostenibilidad de la deuda a largo plazo y reduce la atracción de activos en yenes.
Segundo, lo más importante, la divergencia en las políticas monetarias. La Reserva Federal mantiene una postura restrictiva en un entorno de alta inflación, mientras que el Banco de Japón avanza lentamente en su ciclo de política. La diferencia en las tasas de interés entre ambos países alcanza niveles históricos, destacando la ventaja del dólar frente al yen. Esta brecha de intereses atrae a grandes fondos de arbitraje desde Japón hacia EE. UU., impulsando la depreciación del yen.
En noviembre, el tipo de cambio USD/JPY superó los 157, alcanzando su nivel más bajo desde principios de los 90. El ministro de Finanzas de Japón emitió una “advertencia más fuerte de la historia”, la intervención más clara en la política de cambio desde septiembre de 2022, reflejando la profunda preocupación de las autoridades monetarias por la situación.
Cambio en la política del banco central: el giro del yen como clave de reversión
De una postura flexible a una hawkish
Para entender la tendencia futura del yen, es necesario analizar en profundidad la trayectoria de la política del Banco de Japón.
En marzo de 2024, el BOJ terminó con 17 años de política de tipos negativos, elevando la tasa de interés a un rango de 0-0.1%, marcando el fin de la era de flexibilización. Aunque la reacción del mercado fue fría—la ampliación de la diferencia de tasas entre EE. UU. y Japón agravó la depreciación del yen—este movimiento fue un hito.
La decisión del 31 de julio generó un gran impacto. El BOJ elevó la tasa a 0.25%, un aumento de 15 puntos básicos, por encima de las expectativas. Este aumento inesperado provocó el cierre masivo de posiciones de arbitraje en yenes, causando una fuerte volatilidad en los mercados financieros globales, con el índice Nikkei 225 cayendo un 12.4% en un solo día, el 5 de agosto.
En 2025, el BOJ tomó una decisión importante el 24 de enero: elevar la tasa de referencia al 0.5%, el aumento más grande desde 2007. Esta decisión estuvo respaldada por dos factores principales: primero, el IPC subyacente en marzo aumentó un 3.2% interanual; segundo, las negociaciones laborales de otoño lograron un aumento salarial del 2.7%.
Sin embargo, tras nueve reuniones desde el aumento en enero, el BOJ ha mantenido una postura de espera, manteniendo la tasa en el 0.5%, su nivel más bajo en la historia. Por ello, el yen continúa presionado, y el USD/JPY ya ha superado los 150.
El gobernador Ueda recientemente admitió en el parlamento que el banco necesita monitorear de cerca el riesgo de que la debilidad del yen eleve los costos de importación y la inflación general. Estas declaraciones han sido interpretadas ampliamente como una señal clara de que se podrían tomar medidas de política más restrictivas.
Análisis de los factores clave que afectan la tendencia del yen
Tres variables que determinarán su rumbo futuro
Decisión del BOJ sobre el aumento de tasas
Si el BOJ anuncia claramente un calendario para subir tasas, especialmente en la reunión de diciembre, el yen podría experimentar una subida abrupta. Desde el punto de vista técnico, si el USD/JPY rompe los 156.70, es razonable esperar una caída adicional hacia 150 o incluso niveles inferiores.
Proceso de reducción de tasas de la Reserva Federal
A medida que las señales de desaceleración económica en EE. UU. se vuelven más evidentes, las expectativas de recortes en las tasas de la Fed aumentan. Si en la reunión de diciembre se confirma un camino de recortes, esto sería un fuerte impulso para que el yen se aprecie, debilitando el USD/JPY.
Datos de inflación y economía
La inflación en Japón sigue siendo relativamente moderada, y el desempeño del PIB y del PMI manufacturero es estable. Si los datos económicos se deterioran, la capacidad del BOJ para subir tasas será limitada; si mejoran, respaldarán una política más restrictiva.
Predicciones de las instituciones: el yen volverá a su valor justo
El último informe de Morgan Stanley indica que, ante signos cada vez más claros de desaceleración en EE. UU., si la Fed inicia un ciclo de recortes de tasas, el USD/JPY podría apreciarse casi un 10% en los próximos meses.
El análisis de la firma sostiene que el nivel actual del dólar frente al yen se ha alejado de su valor justo. Con la caída en los rendimientos de los bonos estadounidenses, se espera que esta desviación se corrija en el primer trimestre de 2026. Basándose en esto, Morgan Stanley estima que el USD/JPY caerá a aproximadamente 140 yenes a principios del próximo año.
No obstante, el informe también advierte que si la economía estadounidense se recupera en la segunda mitad del próximo año, reavivando la demanda de arbitraje, el yen podría volver a debilitarse. Desde el punto de vista técnico, el USD/JPY aún tiene cierto espacio para subir en el mediano plazo.
La década del yen: un resumen de su historia de depreciación
Al revisar los últimos diez años, varias eventos clave han moldeado el escenario actual:
2011: Gran terremoto y desastre nuclear
El terremoto y tsunami de Japón causaron pérdidas económicas millonarias, y la explosión en la central nuclear de Fukushima generó una crisis energética. Japón se vio obligado a aumentar significativamente las importaciones de petróleo, aumentando la demanda de dólares, mientras que las preocupaciones por la radiación afectaron el turismo y las exportaciones agrícolas, reduciendo los ingresos en divisas y debilitando el yen.
2013: La ola de flexibilización
Durante el mandato de Kuroda, el BOJ lanzó una compra masiva de activos sin precedentes, inyectando en dos años unos 1.4 billones de dólares en equivalente en moneda. Aunque las bolsas subieron, esta política ultraexpansiva provocó una depreciación del yen de casi un 30% en 24 meses.
2021: Cambio en la política de la Fed
Tras anunciar el endurecimiento de la política monetaria, la diferencia de tasas entre EE. UU. y Japón se amplió rápidamente. Debido a los bajos costos de endeudamiento en Japón, muchos inversores aprovecharon para hacer arbitraje de tasas—pedir prestado yen para comprar activos y obtener beneficios por intereses o apreciación. En épocas de crecimiento global, estas operaciones alcanzaron su punto máximo, presionando al yen a la baja.
2023-2024: Punto de inflexión en políticas
Con la subida de tasas en todo el mundo, el BOJ, bajo Ueda, dejó claro que terminaría con la política de flexibilización. Cuando la inflación en Japón superó el 3.3%, alcanzando niveles no vistos desde la crisis del petróleo en los 70, el cambio de política fue inevitable. Las dos subidas en 2024 marcaron un giro histórico en la política monetaria japonesa.
¿Cómo deben actuar los inversores?
Marco práctico para analizar la tendencia del yen
Vigilar los indicadores de inflación
El IPC influye directamente en las decisiones del banco central. Una alta inflación impulsa el aumento de tasas y favorece al yen; una inflación baja mantiene la política expansiva y presiona a la baja al yen. Japón sigue siendo uno de los países con menor inflación a nivel global.
Seguir los datos económicos
El PIB y el PMI manufacturero son indicadores clave de la salud económica japonesa. Un crecimiento fuerte permite al banco central ajustar su política; una economía débil favorece la relajación monetaria, perjudicando al yen. Actualmente, Japón mantiene un crecimiento relativamente estable en comparación con otros países del G7.
Interpretar las declaraciones del banco central
Cada declaración de Ueda puede generar reacciones fuertes en el mercado. Los inversores deben ser cautelosos con interpretaciones excesivas en los medios y centrarse en las acciones del banco central para captar señales de política.
Vigilar las políticas de los bancos centrales globales
Dado que el tipo de cambio es relativo, si la Fed y otros bancos centrales inician ciclos de recortes, el yen se apreciará en consecuencia. Además, el yen suele actuar como refugio en crisis geopolíticas, atrayendo fondos en momentos de incertidumbre.
Resumen y perspectivas
Aunque en el corto plazo la ampliación de la diferencia de tasas entre EE. UU. y Japón y la demora en la política del BOJ siguen presionando a la baja al yen, a medio y largo plazo, el yen volverá a su valor justo, y se espera que el ciclo de depreciación concluya.
Para inversores con necesidades de consumo en viajes, puede ser prudente distribuir compras en yenes en varias etapas; quienes participen en el mercado de divisas deben evaluar cuidadosamente su tolerancia al riesgo y situación financiera, considerando la volatilidad del mercado. En cualquier caso, comprender en profundidad estos factores será fundamental para diseñar una estrategia de inversión adecuada.
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¿Se acerca el momento de la reversión del tipo de cambio del yen japonés? Guía de inversión y planificación para 2026
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¿Qué ha llevado al yen a su nivel más débil en 34 años?
Las fuerzas motrices de la depreciación del yen
El yen continúa debilitándose, principalmente debido a la lucha entre dos fuerzas:
Primero, las expectativas de expansión fiscal en Japón. El gobierno de Sanae Takaichi implementa políticas de gasto presupuestario agresivas, lo que genera dudas sobre la sostenibilidad de la deuda a largo plazo y reduce la atracción de activos en yenes.
Segundo, lo más importante, la divergencia en las políticas monetarias. La Reserva Federal mantiene una postura restrictiva en un entorno de alta inflación, mientras que el Banco de Japón avanza lentamente en su ciclo de política. La diferencia en las tasas de interés entre ambos países alcanza niveles históricos, destacando la ventaja del dólar frente al yen. Esta brecha de intereses atrae a grandes fondos de arbitraje desde Japón hacia EE. UU., impulsando la depreciación del yen.
En noviembre, el tipo de cambio USD/JPY superó los 157, alcanzando su nivel más bajo desde principios de los 90. El ministro de Finanzas de Japón emitió una “advertencia más fuerte de la historia”, la intervención más clara en la política de cambio desde septiembre de 2022, reflejando la profunda preocupación de las autoridades monetarias por la situación.
Cambio en la política del banco central: el giro del yen como clave de reversión
De una postura flexible a una hawkish
Para entender la tendencia futura del yen, es necesario analizar en profundidad la trayectoria de la política del Banco de Japón.
En marzo de 2024, el BOJ terminó con 17 años de política de tipos negativos, elevando la tasa de interés a un rango de 0-0.1%, marcando el fin de la era de flexibilización. Aunque la reacción del mercado fue fría—la ampliación de la diferencia de tasas entre EE. UU. y Japón agravó la depreciación del yen—este movimiento fue un hito.
La decisión del 31 de julio generó un gran impacto. El BOJ elevó la tasa a 0.25%, un aumento de 15 puntos básicos, por encima de las expectativas. Este aumento inesperado provocó el cierre masivo de posiciones de arbitraje en yenes, causando una fuerte volatilidad en los mercados financieros globales, con el índice Nikkei 225 cayendo un 12.4% en un solo día, el 5 de agosto.
En 2025, el BOJ tomó una decisión importante el 24 de enero: elevar la tasa de referencia al 0.5%, el aumento más grande desde 2007. Esta decisión estuvo respaldada por dos factores principales: primero, el IPC subyacente en marzo aumentó un 3.2% interanual; segundo, las negociaciones laborales de otoño lograron un aumento salarial del 2.7%.
Sin embargo, tras nueve reuniones desde el aumento en enero, el BOJ ha mantenido una postura de espera, manteniendo la tasa en el 0.5%, su nivel más bajo en la historia. Por ello, el yen continúa presionado, y el USD/JPY ya ha superado los 150.
El gobernador Ueda recientemente admitió en el parlamento que el banco necesita monitorear de cerca el riesgo de que la debilidad del yen eleve los costos de importación y la inflación general. Estas declaraciones han sido interpretadas ampliamente como una señal clara de que se podrían tomar medidas de política más restrictivas.
Análisis de los factores clave que afectan la tendencia del yen
Tres variables que determinarán su rumbo futuro
Si el BOJ anuncia claramente un calendario para subir tasas, especialmente en la reunión de diciembre, el yen podría experimentar una subida abrupta. Desde el punto de vista técnico, si el USD/JPY rompe los 156.70, es razonable esperar una caída adicional hacia 150 o incluso niveles inferiores.
A medida que las señales de desaceleración económica en EE. UU. se vuelven más evidentes, las expectativas de recortes en las tasas de la Fed aumentan. Si en la reunión de diciembre se confirma un camino de recortes, esto sería un fuerte impulso para que el yen se aprecie, debilitando el USD/JPY.
La inflación en Japón sigue siendo relativamente moderada, y el desempeño del PIB y del PMI manufacturero es estable. Si los datos económicos se deterioran, la capacidad del BOJ para subir tasas será limitada; si mejoran, respaldarán una política más restrictiva.
Predicciones de las instituciones: el yen volverá a su valor justo
El último informe de Morgan Stanley indica que, ante signos cada vez más claros de desaceleración en EE. UU., si la Fed inicia un ciclo de recortes de tasas, el USD/JPY podría apreciarse casi un 10% en los próximos meses.
El análisis de la firma sostiene que el nivel actual del dólar frente al yen se ha alejado de su valor justo. Con la caída en los rendimientos de los bonos estadounidenses, se espera que esta desviación se corrija en el primer trimestre de 2026. Basándose en esto, Morgan Stanley estima que el USD/JPY caerá a aproximadamente 140 yenes a principios del próximo año.
No obstante, el informe también advierte que si la economía estadounidense se recupera en la segunda mitad del próximo año, reavivando la demanda de arbitraje, el yen podría volver a debilitarse. Desde el punto de vista técnico, el USD/JPY aún tiene cierto espacio para subir en el mediano plazo.
La década del yen: un resumen de su historia de depreciación
Al revisar los últimos diez años, varias eventos clave han moldeado el escenario actual:
2011: Gran terremoto y desastre nuclear
El terremoto y tsunami de Japón causaron pérdidas económicas millonarias, y la explosión en la central nuclear de Fukushima generó una crisis energética. Japón se vio obligado a aumentar significativamente las importaciones de petróleo, aumentando la demanda de dólares, mientras que las preocupaciones por la radiación afectaron el turismo y las exportaciones agrícolas, reduciendo los ingresos en divisas y debilitando el yen.
2013: La ola de flexibilización
Durante el mandato de Kuroda, el BOJ lanzó una compra masiva de activos sin precedentes, inyectando en dos años unos 1.4 billones de dólares en equivalente en moneda. Aunque las bolsas subieron, esta política ultraexpansiva provocó una depreciación del yen de casi un 30% en 24 meses.
2021: Cambio en la política de la Fed
Tras anunciar el endurecimiento de la política monetaria, la diferencia de tasas entre EE. UU. y Japón se amplió rápidamente. Debido a los bajos costos de endeudamiento en Japón, muchos inversores aprovecharon para hacer arbitraje de tasas—pedir prestado yen para comprar activos y obtener beneficios por intereses o apreciación. En épocas de crecimiento global, estas operaciones alcanzaron su punto máximo, presionando al yen a la baja.
2023-2024: Punto de inflexión en políticas
Con la subida de tasas en todo el mundo, el BOJ, bajo Ueda, dejó claro que terminaría con la política de flexibilización. Cuando la inflación en Japón superó el 3.3%, alcanzando niveles no vistos desde la crisis del petróleo en los 70, el cambio de política fue inevitable. Las dos subidas en 2024 marcaron un giro histórico en la política monetaria japonesa.
¿Cómo deben actuar los inversores?
Marco práctico para analizar la tendencia del yen
Vigilar los indicadores de inflación
El IPC influye directamente en las decisiones del banco central. Una alta inflación impulsa el aumento de tasas y favorece al yen; una inflación baja mantiene la política expansiva y presiona a la baja al yen. Japón sigue siendo uno de los países con menor inflación a nivel global.
Seguir los datos económicos
El PIB y el PMI manufacturero son indicadores clave de la salud económica japonesa. Un crecimiento fuerte permite al banco central ajustar su política; una economía débil favorece la relajación monetaria, perjudicando al yen. Actualmente, Japón mantiene un crecimiento relativamente estable en comparación con otros países del G7.
Interpretar las declaraciones del banco central
Cada declaración de Ueda puede generar reacciones fuertes en el mercado. Los inversores deben ser cautelosos con interpretaciones excesivas en los medios y centrarse en las acciones del banco central para captar señales de política.
Vigilar las políticas de los bancos centrales globales
Dado que el tipo de cambio es relativo, si la Fed y otros bancos centrales inician ciclos de recortes, el yen se apreciará en consecuencia. Además, el yen suele actuar como refugio en crisis geopolíticas, atrayendo fondos en momentos de incertidumbre.
Resumen y perspectivas
Aunque en el corto plazo la ampliación de la diferencia de tasas entre EE. UU. y Japón y la demora en la política del BOJ siguen presionando a la baja al yen, a medio y largo plazo, el yen volverá a su valor justo, y se espera que el ciclo de depreciación concluya.
Para inversores con necesidades de consumo en viajes, puede ser prudente distribuir compras en yenes en varias etapas; quienes participen en el mercado de divisas deben evaluar cuidadosamente su tolerancia al riesgo y situación financiera, considerando la volatilidad del mercado. En cualquier caso, comprender en profundidad estos factores será fundamental para diseñar una estrategia de inversión adecuada.