¿Qué ocurrió en los precios de los metales preciosos durante 2025?
El metal amarillo tuvo un rendimiento impresionante a lo largo del año actual, ya que subió de un promedio de 3455 dólares por onza a niveles sin precedentes, incluso superó los 4300 dólares a mediados de octubre, antes de experimentar una corrección cercana a los 4000 dólares en las últimas semanas de noviembre. Estas fluctuaciones han generado amplias dudas sobre la tendencia futura y si veremos una ruptura de la barrera de 5000 dólares en el próximo año.
Factores que impulsaron la subida: más que solo la debilidad del dólar
El aumento en los precios del metal precioso no fue casualidad, sino resultado de la confluencia de varios factores fuertes. Primero, la demanda de inversión explotó de manera inusual, alcanzando en el segundo trimestre de 2025 un total de 1249 toneladas, un aumento del 3% anual, pero con un valor de 132 mil millones de dólares, un incremento del 45% en comparación con el año anterior.
Por otro lado, los fondos cotizados especializados (ETFs) experimentaron flujos de entrada masivos sin precedentes, elevando los activos gestionados a 472 mil millones de dólares y las participaciones a 3838 toneladas, muy cerca del máximo histórico de 3929 toneladas.
En el ámbito institucional, las compras de los bancos centrales aumentaron un 24% respecto a la media quinquenal, sumando 244 toneladas solo en el primer trimestre. Solo China añadió más de 65 toneladas, continuando con sus compras por vigésimo segundo mes consecutivo, mientras que Turquía elevó sus reservas por encima de las 600 toneladas.
Cuello de botella en el suministro refuerza las perspectivas de precios
Aunque la producción alcanzó un récord en el primer trimestre con 856 toneladas, este aumento lento del 1% no fue suficiente para cerrar la brecha entre la demanda en auge y la oferta limitada. Lo más importante es que las cantidades de reciclaje disminuyeron un 1%, ya que los poseedores prefieren mantener sus posiciones en lugar de vender, en medio de expectativas alcistas fuertes.
Los costos de extracción también alcanzaron niveles récord, llegando a aproximadamente 1470 dólares por onza, el nivel más alto en una década, lo que limita la expansión de la producción y mantiene la presión sobre el lado de la oferta.
Política monetaria: dividida pero inclinada hacia la flexibilización
La Reserva Federal de EE. UU. redujo la tasa de interés al 3.75-4.00% en octubre, siendo la segunda reducción del año. Las expectativas del mercado apuntan a otra bajada de 25 puntos básicos en diciembre de 2025, lo que podría llevar la tasa a 3.50% o menos para finales de 2026, según algunos analistas.
Mientras la Fed comenzó a relajar su postura, el Banco Central Europeo mantuvo una política de endurecimiento moderado para combatir la inflación, y el Banco de Japón continuó con su política expansiva. Esta divergencia creó un entorno volátil, pero en última instancia favorece a los metales preciosos.
El dólar y los rendimientos: dos debilidades que aumentan el atractivo
El índice del dólar cayó aproximadamente un 7.64% desde su pico a principios de año, mientras que los rendimientos de los bonos estadounidenses a 10 años bajaron del 4.6% al 4.07%, lo que reduce el costo de oportunidad de mantener un activo sin rendimiento como el metal precioso.
El escenario geopolítico impulsa la búsqueda de refugios seguros
Los conflictos comerciales entre EE. UU. y China, la escalada de tensiones en Oriente Medio y las preocupaciones sobre el suministro energético llevaron a los inversores a buscar refugio en el oro. Datos de Reuters mostraron que la incertidumbre geopolítica elevó la demanda en un 7% anual, con los grandes fondos centrados en cubrir riesgos en mercados emergentes.
¿Qué dicen los grandes analistas sobre 2026?
HSBC: espera que los precios alcancen los 5000 dólares en la primera mitad de 2026, con un promedio de 4600 dólares durante todo el año.
Bank of America: elevó su pronóstico a 5000 dólares como máximo potencial, con un promedio de 4400 dólares, pero advierte sobre una posible corrección a corto plazo.
Goldman Sachs: ajustó su expectativa a 4900 dólares por onza, citando fuertes flujos en fondos cotizados y compras continuas de bancos centrales.
J.P. Morgan: prevé un promedio de 3675 dólares en el cuarto trimestre de 2025, con una posible llegada a 5055 dólares a mediados de 2026.
El rango más coherente entre estas previsiones oscila entre 4800 y 5000 dólares como pico, con un promedio anual entre 4200 y 4800 dólares.
Señales del análisis técnico: neutralidad temporal antes de un movimiento nuevo
El cierre del viernes 21 de noviembre fue de 4065 dólares, tras haber tocado su máximo en 4381 dólares el 20 de octubre. El precio rompió la línea de tendencia alcista, pero mantiene la línea principal de tendencia ascendente en torno a 4050 dólares.
Se observa un soporte fuerte en 4000 dólares, y su ruptura podría llevar a buscar los 3800 dólares (50% de retroceso de Fibonacci). En el lado superior, 4200 dólares representan la primera resistencia fuerte, seguida por 4400 y 4680.
El índice de fuerza relativa (RSI) en nivel 50 (totalmente neutral), mientras que el MACD indica que la tendencia general sigue siendo alcista. La previsión técnica apunta a un rango lateral en alza entre 4000 y 4220 dólares a corto plazo.
Variables que podrían cambiar el escenario
A pesar de las previsiones positivas, HSBC advirtió sobre una posible corrección en la segunda mitad de 2026 que podría bajar a 4200 dólares si los inversores toman ganancias. Goldman Sachs señaló que los precios por encima de 4800 dólares podrían someterse a una “prueba de credibilidad” respecto a la débil demanda del sector industrial.
Pero J.P. Morgan y Deutsche Bank argumentan que el oro ha entrado en una “nueva zona de precios” difícil de romper a la baja gracias al cambio estratégico en la percepción de los inversores, que lo ven como un activo a largo plazo y no solo como una herramienta de especulación.
Escenarios regionales
En Egipto, las previsiones de CoinCodex indican que el precio podría llegar a aproximadamente 522,580 libras egipcias por onza (incremento del 158.46%).
En Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, si el oro alcanza los 5000 dólares, esto podría traducirse en aproximadamente 18,750-19,000 riales saudíes y 18,375-19,000 dirhams emiratíes respectivamente (suponiendo estabilidad en los tipos de cambio).
Conclusión: camino más probable
Las previsiones del precio del oro para los próximos días dependen de un equilibrio delicado entre fuertes factores positivos (demanda institucional y bancaria, debilidad del dólar, políticas de flexibilización) y riesgos de corrección potencial (recolectar ganancias, recuperar confianza en los mercados).
El escenario principal apunta a un nuevo intento de romper los 4400 dólares en las próximas semanas, con altas probabilidades de alcanzar los 4800-5000 dólares en la primera mitad de 2026. Pero los inversores deben estar preparados para correcciones que puedan bajar a 4000-3800 dólares antes de retomar la tendencia alcista.
El oro ha sido, y seguirá siendo, el principal refugio seguro para los inversores en un mundo donde aumentan los riesgos económicos y geopolíticos, especialmente con las previsiones de precios que apuntan a una trayectoria alcista fuerte.
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Análisis de metales preciosos: ¿se acerca el oro a nuevos máximos en 2026?
¿Qué ocurrió en los precios de los metales preciosos durante 2025?
El metal amarillo tuvo un rendimiento impresionante a lo largo del año actual, ya que subió de un promedio de 3455 dólares por onza a niveles sin precedentes, incluso superó los 4300 dólares a mediados de octubre, antes de experimentar una corrección cercana a los 4000 dólares en las últimas semanas de noviembre. Estas fluctuaciones han generado amplias dudas sobre la tendencia futura y si veremos una ruptura de la barrera de 5000 dólares en el próximo año.
Factores que impulsaron la subida: más que solo la debilidad del dólar
El aumento en los precios del metal precioso no fue casualidad, sino resultado de la confluencia de varios factores fuertes. Primero, la demanda de inversión explotó de manera inusual, alcanzando en el segundo trimestre de 2025 un total de 1249 toneladas, un aumento del 3% anual, pero con un valor de 132 mil millones de dólares, un incremento del 45% en comparación con el año anterior.
Por otro lado, los fondos cotizados especializados (ETFs) experimentaron flujos de entrada masivos sin precedentes, elevando los activos gestionados a 472 mil millones de dólares y las participaciones a 3838 toneladas, muy cerca del máximo histórico de 3929 toneladas.
En el ámbito institucional, las compras de los bancos centrales aumentaron un 24% respecto a la media quinquenal, sumando 244 toneladas solo en el primer trimestre. Solo China añadió más de 65 toneladas, continuando con sus compras por vigésimo segundo mes consecutivo, mientras que Turquía elevó sus reservas por encima de las 600 toneladas.
Cuello de botella en el suministro refuerza las perspectivas de precios
Aunque la producción alcanzó un récord en el primer trimestre con 856 toneladas, este aumento lento del 1% no fue suficiente para cerrar la brecha entre la demanda en auge y la oferta limitada. Lo más importante es que las cantidades de reciclaje disminuyeron un 1%, ya que los poseedores prefieren mantener sus posiciones en lugar de vender, en medio de expectativas alcistas fuertes.
Los costos de extracción también alcanzaron niveles récord, llegando a aproximadamente 1470 dólares por onza, el nivel más alto en una década, lo que limita la expansión de la producción y mantiene la presión sobre el lado de la oferta.
Política monetaria: dividida pero inclinada hacia la flexibilización
La Reserva Federal de EE. UU. redujo la tasa de interés al 3.75-4.00% en octubre, siendo la segunda reducción del año. Las expectativas del mercado apuntan a otra bajada de 25 puntos básicos en diciembre de 2025, lo que podría llevar la tasa a 3.50% o menos para finales de 2026, según algunos analistas.
Mientras la Fed comenzó a relajar su postura, el Banco Central Europeo mantuvo una política de endurecimiento moderado para combatir la inflación, y el Banco de Japón continuó con su política expansiva. Esta divergencia creó un entorno volátil, pero en última instancia favorece a los metales preciosos.
El dólar y los rendimientos: dos debilidades que aumentan el atractivo
El índice del dólar cayó aproximadamente un 7.64% desde su pico a principios de año, mientras que los rendimientos de los bonos estadounidenses a 10 años bajaron del 4.6% al 4.07%, lo que reduce el costo de oportunidad de mantener un activo sin rendimiento como el metal precioso.
El escenario geopolítico impulsa la búsqueda de refugios seguros
Los conflictos comerciales entre EE. UU. y China, la escalada de tensiones en Oriente Medio y las preocupaciones sobre el suministro energético llevaron a los inversores a buscar refugio en el oro. Datos de Reuters mostraron que la incertidumbre geopolítica elevó la demanda en un 7% anual, con los grandes fondos centrados en cubrir riesgos en mercados emergentes.
¿Qué dicen los grandes analistas sobre 2026?
HSBC: espera que los precios alcancen los 5000 dólares en la primera mitad de 2026, con un promedio de 4600 dólares durante todo el año.
Bank of America: elevó su pronóstico a 5000 dólares como máximo potencial, con un promedio de 4400 dólares, pero advierte sobre una posible corrección a corto plazo.
Goldman Sachs: ajustó su expectativa a 4900 dólares por onza, citando fuertes flujos en fondos cotizados y compras continuas de bancos centrales.
J.P. Morgan: prevé un promedio de 3675 dólares en el cuarto trimestre de 2025, con una posible llegada a 5055 dólares a mediados de 2026.
El rango más coherente entre estas previsiones oscila entre 4800 y 5000 dólares como pico, con un promedio anual entre 4200 y 4800 dólares.
Señales del análisis técnico: neutralidad temporal antes de un movimiento nuevo
El cierre del viernes 21 de noviembre fue de 4065 dólares, tras haber tocado su máximo en 4381 dólares el 20 de octubre. El precio rompió la línea de tendencia alcista, pero mantiene la línea principal de tendencia ascendente en torno a 4050 dólares.
Se observa un soporte fuerte en 4000 dólares, y su ruptura podría llevar a buscar los 3800 dólares (50% de retroceso de Fibonacci). En el lado superior, 4200 dólares representan la primera resistencia fuerte, seguida por 4400 y 4680.
El índice de fuerza relativa (RSI) en nivel 50 (totalmente neutral), mientras que el MACD indica que la tendencia general sigue siendo alcista. La previsión técnica apunta a un rango lateral en alza entre 4000 y 4220 dólares a corto plazo.
Variables que podrían cambiar el escenario
A pesar de las previsiones positivas, HSBC advirtió sobre una posible corrección en la segunda mitad de 2026 que podría bajar a 4200 dólares si los inversores toman ganancias. Goldman Sachs señaló que los precios por encima de 4800 dólares podrían someterse a una “prueba de credibilidad” respecto a la débil demanda del sector industrial.
Pero J.P. Morgan y Deutsche Bank argumentan que el oro ha entrado en una “nueva zona de precios” difícil de romper a la baja gracias al cambio estratégico en la percepción de los inversores, que lo ven como un activo a largo plazo y no solo como una herramienta de especulación.
Escenarios regionales
En Egipto, las previsiones de CoinCodex indican que el precio podría llegar a aproximadamente 522,580 libras egipcias por onza (incremento del 158.46%).
En Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, si el oro alcanza los 5000 dólares, esto podría traducirse en aproximadamente 18,750-19,000 riales saudíes y 18,375-19,000 dirhams emiratíes respectivamente (suponiendo estabilidad en los tipos de cambio).
Conclusión: camino más probable
Las previsiones del precio del oro para los próximos días dependen de un equilibrio delicado entre fuertes factores positivos (demanda institucional y bancaria, debilidad del dólar, políticas de flexibilización) y riesgos de corrección potencial (recolectar ganancias, recuperar confianza en los mercados).
El escenario principal apunta a un nuevo intento de romper los 4400 dólares en las próximas semanas, con altas probabilidades de alcanzar los 4800-5000 dólares en la primera mitad de 2026. Pero los inversores deben estar preparados para correcciones que puedan bajar a 4000-3800 dólares antes de retomar la tendencia alcista.
El oro ha sido, y seguirá siendo, el principal refugio seguro para los inversores en un mundo donde aumentan los riesgos económicos y geopolíticos, especialmente con las previsiones de precios que apuntan a una trayectoria alcista fuerte.