La turbulencia en el escenario mundial se ha convertido en la nueva normalidad. Los conflictos en Ucrania y Rusia, los problemas en Oriente Medio, la situación en el estrecho de Taiwán y otras disputas regionales se suceden con frecuencia, impulsando a los países a reevaluar sus estrategias de defensa. Detrás de estos cambios, ha surgido un tema de inversión a largo plazo en alza: el auge de las acciones de la industria militar.
¿Por qué hablar ahora de acciones de la industria militar?
A diferencia de las guerras tradicionales que dependían del despliegue de mano de obra, los conflictos contemporáneos cada vez más dependen de ventajas tecnológicas. Drones, misiles de precisión, guerra de la información y tecnología espacial se convierten en nuevas formas de guerra, lo que hace que los presupuestos militares de todos los países aumenten considerablemente.
El gasto militar de EE. UU., China, Taiwán, Europa y Estados Unidos continúa creciendo. Las estimaciones de instituciones especializadas indican que en los próximos cinco años, el gasto en defensa global mantendrá un crecimiento estable. ¿Qué significa esto para los inversores? Una oportunidad de ganar dinero con alta certeza a largo plazo y con barreras de entrada profundas.
La esencia de las acciones de la industria militar: ¿qué son exactamente?
En términos amplios, las acciones de la industria militar son cualquier entidad comercial relacionada con la defensa nacional, incluyendo desde grandes sistemas de armas hasta pequeños suministros militares. La clave no está en el tamaño del producto, sino en el cliente: siempre que el cliente principal sea el Ministerio de Defensa o una entidad gubernamental, incluso si solo suministra tazas de acero o uniformes militares, se considera una acción de la industria militar.
Sin embargo, hay un indicador clave que a menudo se pasa por alto al invertir en estas acciones: el porcentaje de ingresos provenientes de negocios militares.
Tomemos como ejemplo Lockheed Martin (LMT), cuya proporción de ingresos militares supera el 80%, siendo un ejemplo típico de acción puramente militar. Pero empresas como Boeing y Caterpillar son de tipo híbrido: una parte significativa de sus ingresos proviene del sector civil. Esta diferencia tiene un impacto enorme en el rendimiento del precio de las acciones. Por ejemplo, en el caso de Boeing, los problemas con el 737 MAX y la contracción del mercado civil no pudieron ser compensados por el aumento en pedidos militares, ya que la crisis en el sector civil arrastró el rendimiento general.
Líderes en acciones militares en EE. UU.: ¿quién es apto para invertir?
El referente en la industria militar pura: Northrop Grumman (NOC)
El cuarto mayor fabricante de defensa en el mundo y el mayor fabricante de radares. La ventaja de esta compañía radica en su negocio simple: casi toda su facturación proviene del Departamento de Defensa. Su precio de acción ha sido estable y en constante crecimiento a largo plazo, con 18 años consecutivos de aumento en dividendos, y este año ha lanzado un plan de recompra de acciones por 500 millones de dólares para devolver valor a los accionistas.
Su tecnología en el espacio, misiles y comunicaciones está a la vanguardia, siendo el núcleo de la futura “disuasión estratégica” de EE. UU. Mientras el escenario global siga siendo competitivo, sus pedidos no se agotarán. Desde la profundidad de su barrera de entrada y la certeza de crecimiento, NOC es la opción más recomendable para una inversión a largo plazo en acciones militares.
La opción estable: General Dynamics (GD)
Uno de los cinco principales proveedores de armas en EE. UU., con negocios en las fuerzas terrestres, marítimas y aéreas. A diferencia de otras empresas, la división civil de General Dynamics (como los aviones privados Gulfstream) no se ve afectada por las fluctuaciones económicas, lo que hace que sus ingresos totales sean muy estables.
Incluso durante la crisis financiera de 2008 y la pandemia de COVID-19 en 2020, sus beneficios no mostraron fluctuaciones significativas. Esta resistencia cíclica ha llevado a otro logro: 32 años de crecimiento consecutivo en dividendos, algo que solo 30 empresas en EE. UU. pueden lograr. Aunque su ritmo de crecimiento no es tan rápido como el de las acciones puramente militares, General Dynamics es una “acción de jubilación” en la industria militar, adecuada para inversores conservadores que buscan flujo de caja estable.
La dificultad de los gigantes militares: Lockheed Martin (LMT) y Raytheon (RTX)
Lockheed Martin es el mayor fabricante de defensa del mundo, con un rendimiento estable y en ascenso a largo plazo. Como principal proveedor del F-35 y sistemas de submarinos, sus perspectivas de pedidos son sólidas.
Por otro lado, Raytheon (RTX), también gigante en la industria militar, se encuentra en dificultades. La compañía detectó defectos en componentes de polvo metálico suministrados para el Airbus A320neo, lo que podría causar fracturas en las partes del motor. Con la recuperación del sector aéreo, muchos aviones necesitan ser inspeccionados y reparados, lo que puede requerir hasta 300 días de mantenimiento por avión. Las demandas judiciales y la pérdida de clientes han provocado una caída en el precio de sus acciones en 2023. Este caso demuestra que, incluso con pedidos militares estables, los problemas en el sector civil pueden destruir el valor total de la acción.
La crisis en el sector civil oculta el crecimiento en la industria militar: Boeing (BA)
Boeing es tanto fabricante de aviones civiles como uno de los cinco principales proveedores de armas (como los bombarderos B52 y los helicópteros Apache). Sin embargo, los incidentes de accidentes con el 737 MAX, el impacto de la pandemia y la competencia de COMAC en China han puesto en dificultades a su división civil.
Aún peor, con la escalada de la guerra comercial entre EE. UU. y China, el gobierno chino ha comenzado a apoyar a los fabricantes de aviones nacionales, lo que podría erosionar la posición de dominio de Boeing en el mercado civil mundial. Para los inversores, aunque el negocio militar de Boeing es estable, los riesgos en el sector civil son demasiado altos, por lo que es más recomendable aprovechar las caídas en el precio en lugar de comprar en alza.
La verdadera cara de las acciones “falsamente militares”: Caterpillar (CAT)
Caterpillar es etiquetada como acción de la industria militar, pero en realidad, su porcentaje de ingresos militares es inferior al 30%. Su negocio principal son los equipos industriales, y solo se beneficia en la reconstrucción postconflicto y en la infraestructura. Empresas similares, como FedEx, también son nominalmente acciones militares, pero en realidad no lo son. Invertir en este tipo de empresas requiere analizar los ciclos de inversión en infraestructura global, no la demanda militar.
Concepto de acciones militares en Taiwán: beneficiarios de la tensión entre dos lados
Taiwán, en una zona de alta tensión geopolítica, ha visto aumentar los presupuestos militares de ambos lados. Esto crea oportunidades únicas para las empresas militares locales.
雷虎科技(8033.TW) originalmente era un fabricante de juguetes de modelos a escala controlados por remoto, pero tras el auge de los drones, logró transformarse en proveedor para la industria militar. En 2022, su precio de acción subió considerablemente, y con la creciente demanda de adquisiciones militares, su potencial futuro es prometedor.
漢翔(2634.TW) combina aplicaciones civiles y militares. Su división militar se centra en entrenadores de vuelo, mientras que la civil ofrece servicios de mantenimiento y reparación. A diferencia de Raytheon o Boeing, que enfrentan dificultades por problemas específicos, la estructura diversificada de Hanxiang le permite ser más resistente al riesgo. Mientras el sector tenga buenas perspectivas, la demanda de mantenimiento y reparación seguirá creciendo. Desde esta perspectiva, el modelo de ganancias de Hanxiang es más resistente que el de los fabricantes puros.
¿Por qué vale la pena invertir en acciones militares?
Aplicando la filosofía de inversión de Buffett, las acciones militares cumplen con tres elementos clave:
Una pista sin fin
Los conflictos son una constante en la civilización humana; la demanda militar nunca se detiene. Esto difiere de otros sectores susceptibles a ser revolucionados, ya que la demanda en defensa tiene una naturaleza predecible a largo plazo.
Barreras de entrada extremadamente altas
La tecnología militar supera ampliamente a la civil, ya que los desarrollos más avanzados ocurren en entornos militares y de laboratorios. Por motivos de seguridad nacional, las barreras de entrada son muy elevadas, y es difícil que nuevos competidores alteren el mercado. La confianza entre proveedores y el Departamento de Defensa requiere décadas de construcción, y muchas tecnologías involucran patentes compartidas o suministros exclusivos. Estos factores hacen que las empresas líderes sean difíciles de reemplazar.
El impulso del entorno geopolítico
El mundo está entrando en una era de regionalización política. La política de “regresar a EE. UU.” en manufactura ha cambiado la tendencia de globalización, y varios países están aumentando sus presupuestos militares. A menos que ocurra una desmovilización masiva (probabilidad muy baja en la actualidad), la demanda en defensa seguirá creciendo de manera estable.
Advertencias sobre los riesgos de invertir en acciones militares
No obstante, también existen trampas en la inversión en estas acciones:
Primero, no subestimar el porcentaje de ingresos militares. Empresas con bajos ingresos militares, aunque tengan pedidos en aumento, pueden verse afectadas por dificultades en el sector civil. La lección de Raytheon y Boeing es clara.
En segundo lugar, prestar atención a los cambios en el mercado civil. Muchas empresas militares también operan en el sector civil, y las fluctuaciones en este mercado pueden contrarrestar el crecimiento en defensa.
Por último, vigilar los cambios en políticas. Aunque la probabilidad de una desmovilización masiva es baja, las modificaciones en las políticas de defensa y la redistribución presupuestaria pueden afectar a empresas específicas.
Conclusión
Las acciones militares son una dirección para una inversión a largo plazo, pero antes de invertir, es fundamental hacer una investigación exhaustiva. Al evaluar un activo, se deben considerar aspectos como el porcentaje de negocio militar, las perspectivas del mercado civil, la solidez financiera y el segmento de mercado en el que opera. Elegir empresas con alta proporción de negocio militar, estructura clara y tecnología avanzada permitirá realmente aprovechar los beneficios de las ventajas geopolíticas a largo plazo.
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Guía de inversión en acciones de defensa: perspectivas de crecimiento futuro desde una perspectiva geoestratégica
La turbulencia en el escenario mundial se ha convertido en la nueva normalidad. Los conflictos en Ucrania y Rusia, los problemas en Oriente Medio, la situación en el estrecho de Taiwán y otras disputas regionales se suceden con frecuencia, impulsando a los países a reevaluar sus estrategias de defensa. Detrás de estos cambios, ha surgido un tema de inversión a largo plazo en alza: el auge de las acciones de la industria militar.
¿Por qué hablar ahora de acciones de la industria militar?
A diferencia de las guerras tradicionales que dependían del despliegue de mano de obra, los conflictos contemporáneos cada vez más dependen de ventajas tecnológicas. Drones, misiles de precisión, guerra de la información y tecnología espacial se convierten en nuevas formas de guerra, lo que hace que los presupuestos militares de todos los países aumenten considerablemente.
El gasto militar de EE. UU., China, Taiwán, Europa y Estados Unidos continúa creciendo. Las estimaciones de instituciones especializadas indican que en los próximos cinco años, el gasto en defensa global mantendrá un crecimiento estable. ¿Qué significa esto para los inversores? Una oportunidad de ganar dinero con alta certeza a largo plazo y con barreras de entrada profundas.
La esencia de las acciones de la industria militar: ¿qué son exactamente?
En términos amplios, las acciones de la industria militar son cualquier entidad comercial relacionada con la defensa nacional, incluyendo desde grandes sistemas de armas hasta pequeños suministros militares. La clave no está en el tamaño del producto, sino en el cliente: siempre que el cliente principal sea el Ministerio de Defensa o una entidad gubernamental, incluso si solo suministra tazas de acero o uniformes militares, se considera una acción de la industria militar.
Sin embargo, hay un indicador clave que a menudo se pasa por alto al invertir en estas acciones: el porcentaje de ingresos provenientes de negocios militares.
Tomemos como ejemplo Lockheed Martin (LMT), cuya proporción de ingresos militares supera el 80%, siendo un ejemplo típico de acción puramente militar. Pero empresas como Boeing y Caterpillar son de tipo híbrido: una parte significativa de sus ingresos proviene del sector civil. Esta diferencia tiene un impacto enorme en el rendimiento del precio de las acciones. Por ejemplo, en el caso de Boeing, los problemas con el 737 MAX y la contracción del mercado civil no pudieron ser compensados por el aumento en pedidos militares, ya que la crisis en el sector civil arrastró el rendimiento general.
Líderes en acciones militares en EE. UU.: ¿quién es apto para invertir?
El referente en la industria militar pura: Northrop Grumman (NOC)
El cuarto mayor fabricante de defensa en el mundo y el mayor fabricante de radares. La ventaja de esta compañía radica en su negocio simple: casi toda su facturación proviene del Departamento de Defensa. Su precio de acción ha sido estable y en constante crecimiento a largo plazo, con 18 años consecutivos de aumento en dividendos, y este año ha lanzado un plan de recompra de acciones por 500 millones de dólares para devolver valor a los accionistas.
Su tecnología en el espacio, misiles y comunicaciones está a la vanguardia, siendo el núcleo de la futura “disuasión estratégica” de EE. UU. Mientras el escenario global siga siendo competitivo, sus pedidos no se agotarán. Desde la profundidad de su barrera de entrada y la certeza de crecimiento, NOC es la opción más recomendable para una inversión a largo plazo en acciones militares.
La opción estable: General Dynamics (GD)
Uno de los cinco principales proveedores de armas en EE. UU., con negocios en las fuerzas terrestres, marítimas y aéreas. A diferencia de otras empresas, la división civil de General Dynamics (como los aviones privados Gulfstream) no se ve afectada por las fluctuaciones económicas, lo que hace que sus ingresos totales sean muy estables.
Incluso durante la crisis financiera de 2008 y la pandemia de COVID-19 en 2020, sus beneficios no mostraron fluctuaciones significativas. Esta resistencia cíclica ha llevado a otro logro: 32 años de crecimiento consecutivo en dividendos, algo que solo 30 empresas en EE. UU. pueden lograr. Aunque su ritmo de crecimiento no es tan rápido como el de las acciones puramente militares, General Dynamics es una “acción de jubilación” en la industria militar, adecuada para inversores conservadores que buscan flujo de caja estable.
La dificultad de los gigantes militares: Lockheed Martin (LMT) y Raytheon (RTX)
Lockheed Martin es el mayor fabricante de defensa del mundo, con un rendimiento estable y en ascenso a largo plazo. Como principal proveedor del F-35 y sistemas de submarinos, sus perspectivas de pedidos son sólidas.
Por otro lado, Raytheon (RTX), también gigante en la industria militar, se encuentra en dificultades. La compañía detectó defectos en componentes de polvo metálico suministrados para el Airbus A320neo, lo que podría causar fracturas en las partes del motor. Con la recuperación del sector aéreo, muchos aviones necesitan ser inspeccionados y reparados, lo que puede requerir hasta 300 días de mantenimiento por avión. Las demandas judiciales y la pérdida de clientes han provocado una caída en el precio de sus acciones en 2023. Este caso demuestra que, incluso con pedidos militares estables, los problemas en el sector civil pueden destruir el valor total de la acción.
La crisis en el sector civil oculta el crecimiento en la industria militar: Boeing (BA)
Boeing es tanto fabricante de aviones civiles como uno de los cinco principales proveedores de armas (como los bombarderos B52 y los helicópteros Apache). Sin embargo, los incidentes de accidentes con el 737 MAX, el impacto de la pandemia y la competencia de COMAC en China han puesto en dificultades a su división civil.
Aún peor, con la escalada de la guerra comercial entre EE. UU. y China, el gobierno chino ha comenzado a apoyar a los fabricantes de aviones nacionales, lo que podría erosionar la posición de dominio de Boeing en el mercado civil mundial. Para los inversores, aunque el negocio militar de Boeing es estable, los riesgos en el sector civil son demasiado altos, por lo que es más recomendable aprovechar las caídas en el precio en lugar de comprar en alza.
La verdadera cara de las acciones “falsamente militares”: Caterpillar (CAT)
Caterpillar es etiquetada como acción de la industria militar, pero en realidad, su porcentaje de ingresos militares es inferior al 30%. Su negocio principal son los equipos industriales, y solo se beneficia en la reconstrucción postconflicto y en la infraestructura. Empresas similares, como FedEx, también son nominalmente acciones militares, pero en realidad no lo son. Invertir en este tipo de empresas requiere analizar los ciclos de inversión en infraestructura global, no la demanda militar.
Concepto de acciones militares en Taiwán: beneficiarios de la tensión entre dos lados
Taiwán, en una zona de alta tensión geopolítica, ha visto aumentar los presupuestos militares de ambos lados. Esto crea oportunidades únicas para las empresas militares locales.
雷虎科技(8033.TW) originalmente era un fabricante de juguetes de modelos a escala controlados por remoto, pero tras el auge de los drones, logró transformarse en proveedor para la industria militar. En 2022, su precio de acción subió considerablemente, y con la creciente demanda de adquisiciones militares, su potencial futuro es prometedor.
漢翔(2634.TW) combina aplicaciones civiles y militares. Su división militar se centra en entrenadores de vuelo, mientras que la civil ofrece servicios de mantenimiento y reparación. A diferencia de Raytheon o Boeing, que enfrentan dificultades por problemas específicos, la estructura diversificada de Hanxiang le permite ser más resistente al riesgo. Mientras el sector tenga buenas perspectivas, la demanda de mantenimiento y reparación seguirá creciendo. Desde esta perspectiva, el modelo de ganancias de Hanxiang es más resistente que el de los fabricantes puros.
¿Por qué vale la pena invertir en acciones militares?
Aplicando la filosofía de inversión de Buffett, las acciones militares cumplen con tres elementos clave:
Una pista sin fin
Los conflictos son una constante en la civilización humana; la demanda militar nunca se detiene. Esto difiere de otros sectores susceptibles a ser revolucionados, ya que la demanda en defensa tiene una naturaleza predecible a largo plazo.
Barreras de entrada extremadamente altas
La tecnología militar supera ampliamente a la civil, ya que los desarrollos más avanzados ocurren en entornos militares y de laboratorios. Por motivos de seguridad nacional, las barreras de entrada son muy elevadas, y es difícil que nuevos competidores alteren el mercado. La confianza entre proveedores y el Departamento de Defensa requiere décadas de construcción, y muchas tecnologías involucran patentes compartidas o suministros exclusivos. Estos factores hacen que las empresas líderes sean difíciles de reemplazar.
El impulso del entorno geopolítico
El mundo está entrando en una era de regionalización política. La política de “regresar a EE. UU.” en manufactura ha cambiado la tendencia de globalización, y varios países están aumentando sus presupuestos militares. A menos que ocurra una desmovilización masiva (probabilidad muy baja en la actualidad), la demanda en defensa seguirá creciendo de manera estable.
Advertencias sobre los riesgos de invertir en acciones militares
No obstante, también existen trampas en la inversión en estas acciones:
Primero, no subestimar el porcentaje de ingresos militares. Empresas con bajos ingresos militares, aunque tengan pedidos en aumento, pueden verse afectadas por dificultades en el sector civil. La lección de Raytheon y Boeing es clara.
En segundo lugar, prestar atención a los cambios en el mercado civil. Muchas empresas militares también operan en el sector civil, y las fluctuaciones en este mercado pueden contrarrestar el crecimiento en defensa.
Por último, vigilar los cambios en políticas. Aunque la probabilidad de una desmovilización masiva es baja, las modificaciones en las políticas de defensa y la redistribución presupuestaria pueden afectar a empresas específicas.
Conclusión
Las acciones militares son una dirección para una inversión a largo plazo, pero antes de invertir, es fundamental hacer una investigación exhaustiva. Al evaluar un activo, se deben considerar aspectos como el porcentaje de negocio militar, las perspectivas del mercado civil, la solidez financiera y el segmento de mercado en el que opera. Elegir empresas con alta proporción de negocio militar, estructura clara y tecnología avanzada permitirá realmente aprovechar los beneficios de las ventajas geopolíticas a largo plazo.