Cuando el pánico cubre el mercado, la mayoría ve pérdidas. Pero quienes realmente operan, pueden oler las oportunidades en medio del caos.

El 24 de diciembre, hora de Beijing, Bitcoin atravesó implacablemente la media móvil de 365 días. Esta línea, considerada por los traders como la frontera entre toro y oso, fue rota. La historia nos muestra que cada vez que esta línea se rompe, suele marcar un cambio de era.

Los datos de análisis en la cadena muestran que la situación es realmente grave. La demanda spot se está desacelerando, las grandes instituciones están retirándose silenciosamente, y la tolerancia al riesgo en todo el mercado está colapsando. Los sonidos de ansiedad están por todas partes: algunos dicen que el mercado alcista murió, otros están vendiendo para detener pérdidas.

Pero aquí hay un punto clave: para los traders de contratos, en realidad, el toro y el oso no son tan importantes. Lo que importa es la volatilidad. Lo que importa es la dirección. Cuando todo el mercado todavía está discutiendo si sube o baja, una ventana de caza sin precedentes ya se ha abierto.

¿Lo que más desea el mercado? En estos momentos, estabilidad y certeza. Por eso, monedas estables descentralizadas como USDD están siendo reevaluadas. A diferencia de las monedas estables tradicionales que dependen de la confianza en instituciones centralizadas, USDD asegura su valor mediante una sobrecolateralización de más del 120%-150%. Cada USDD tiene reservas en la cadena que pueden ser verificadas públicamente.

Cuando el mercado experimenta una volatilidad extrema, esta estabilidad transparente y garantizada por mecanismos se convierte en el ancla de valor más confiable para los traders. No se devalúa por el pánico del mercado, ni colapsa por la fuga de instituciones. En momentos de incertidumbre total, es como un puerto seguro.