El aumento descontrolado del oro genera dudas sobre el camino hacia 2026
El metal amarillo experimentó una ola de subidas históricas durante 2025, alcanzando niveles récord que superaron los 4300 dólares por onza a mediados de octubre, para luego deslizarse a 4000 dólares en noviembre, lo que encendió un intenso debate entre traders y analistas: ¿continuará el metal su ascenso hacia la barrera de 5000 dólares en el próximo año, o espera una corrección inevitable en el mercado?
La respuesta radica en comprender los verdaderos motores de este impulso. Diversos factores se han unido para respaldar la demanda de oro como refugio seguro: la reducción de las expectativas de crecimiento global, el regreso a políticas monetarias acomodaticias, preocupaciones sobre las deudas soberanas y la persistente incertidumbre geopolítica. Todo ello ha llevado a los inversores a reordenar sus prioridades hacia activos más seguros.
Los bancos centrales lideran la demanda: una espada de doble filo
Durante los dos primeros trimestres de 2025, los bancos centrales mundiales añadieron aproximadamente 244 toneladas de oro solo en el primer trimestre, un incremento que supera en un 24% el promedio histórico. Un dato llamativo: el 44% de los bancos centrales mundiales ya poseen reservas de oro, frente al 37% de hace solo un año.
Solo China añadió más de 65 toneladas en los primeros seis meses, repitiendo este comportamiento por vigésimo segundo mes consecutivo. Turquía elevó sus reservas por encima de las 600 toneladas. Esta frenética carrera refleja el intento de los mercados emergentes de liberarse de la dependencia excesiva del dólar y de monedas de reserva débiles.
El Consejo Mundial del Oro prevé que estas compras siguen siendo el principal motor de demanda hasta finales de 2026, especialmente en países como India y China, que buscan proteger sus monedas frente a la volatilidad cambiaria.
La oferta: la escasez intensifica la lucha con la demanda
Por otro lado, la producción minera global alcanzó las 856 toneladas en el primer trimestre de 2025, con un ligero aumento de menos del 1% anual. ¿El problema? Esta cifra no basta para llenar la gran brecha entre la demanda creciente y la oferta limitada.
Para empeorar las cosas: el oro reciclado cayó un 1% en ese mismo período. Los propietarios prefieren mantener sus posesiones en lugar de vender, creyendo en mayores subidas próximas. Este comportamiento psicológico profundiza dramáticamente la escasez de oferta.
Los costos de extracción también han subido considerablemente. El costo medio de minería rondó los 1470 dólares por onza a mediados de 2025, el nivel más alto en una década. Esto limita la capacidad de aumentar la producción, independientemente del alza en los precios, ya que los márgenes de beneficio permanecen estrechos.
Fondos cotizados en oro: una oleada de flujos masivos
Los fondos ETF de oro mostraron un auge excepcional en 2025. Los activos gestionados alcanzaron los 472 mil millones de dólares, y las participaciones subieron a 3838 toneladas, un incremento del 6% respecto al trimestre anterior. Esto se acerca al pico histórico estimado en 3929 toneladas.
Solo en Estados Unidos, estos fondos aportaron 21 mil millones de dólares en la primera mitad de 2025, compensando la caída del 34% en la demanda tradicional de joyería y consumo. Los datos indican que el 28% de los nuevos inversores en mercados desarrollados añadieron oro a sus carteras por primera vez el año pasado.
Estos inversores se mantuvieron firmes en su apuesta incluso en periodos de ligeras correcciones, contribuyendo a la estabilidad de los precios y evitando caídas abruptas.
La Reserva Federal: vientos favorables para el oro
La Reserva Federal de EE. UU. redujo las tasas de interés a un rango de 3.75-4.00% en octubre de 2025, tras comenzar su ciclo de recortes en diciembre de 2024. Los mercados anticipan una reducción adicional de 25 puntos básicos en diciembre de 2025, siendo la tercera en el año.
Informes sugieren que la Fed podría apuntar a una tasa cercana al 3.4% para finales de 2026 en un escenario moderado. Esta bajada en los tipos de interés reduce las rendimientos reales de los bonos estadounidenses, que han caído del 4.6% al 4.07% desde principios de año.
La relación es clara: cuando los rendimientos reales bajan, el oro se vuelve menos costoso de mantener, ya que no genera intereses en efectivo, pero sí mantiene su valor.
Inflación y deuda soberana: un Goliat que impulsa hacia el refugio seguro
El Banco Mundial estima que el precio del oro subió un 35% en 2025. Pero las verdaderas preocupaciones están en el futuro.
La deuda pública global supera el 100% del PIB mundial, según el FMI. Este nivel amenaza con erosionar el poder adquisitivo a largo plazo. El 42% de los fondos de cobertura más grandes aumentaron sus posiciones en oro durante el tercer trimestre de 2025, según Bloomberg, como protección contra estos riesgos financieros acumulados.
Las tensiones geopolíticas se intensifican: el aumento de conflictos eleva la demanda
La incertidumbre geopolítica en 2025 elevó la demanda de oro en un 7% interanual, según Reuters. Los conflictos comerciales entre Washington y Pekín, las tensiones en torno a Taiwán, las preocupaciones energéticas en Oriente Medio, todo ello llevó a los grandes fondos de inversión a cubrirse contra riesgos.
Cuando las tensiones aumentaron, el precio del oro al contado alcanzó los 3400 dólares en julio de 2025, y luego los 4300 dólares en octubre. Cualquier nueva crisis geopolítica en 2026 podría añadir cientos de dólares al precio.
Movimiento del dólar y los bonos: fuerza y debilidad mutua
El dólar estadounidense se debilitó un 7.64% desde su pico a principios de 2025 hasta el 21 de noviembre. Esto hace que el oro sea más barato para los compradores extranjeros, apoyando la demanda global.
Al mismo tiempo, las rentabilidades de los bonos estadounidenses a 10 años bajaron del 4.6% al 4.07%, lo que indica una menor motivación para adquirir deuda soberana segura pero con bajos rendimientos.
Los analistas de Bank of America consideran que la continuidad de esta tendencia podría mantener al oro en un rango de subida sostenible durante todo 2026.
¿Qué esperan los analistas para las predicciones del precio del oro mañana martes y más allá?
Los grandes bancos coinciden en una visión alcista audaz:
HSBC prevé que el oro alcance los 5000 dólares por onza en la primera mitad de 2026, con un promedio anual de 4600 dólares. Esto representa un aumento desde un promedio de 3455 dólares en 2025, un 33% más.
Bank of America también elevó sus expectativas a 5000 dólares como pico potencial, pero con un promedio de cartera de 4400 dólares, advirtiendo de correcciones a corto plazo si los traders toman beneficios.
Goldman Sachs ajustó sus previsiones a 4900 dólares por onza, basándose en fuertes flujos hacia fondos ETF y en la continuidad de las compras de bancos centrales.
J.P. Morgan prevé que el precio llegue a 5055 dólares a mediados de 2026.
El rango más repetido entre expertos: 4800 a 5000 dólares como pico máximo, y 4200 a 4800 dólares como promedio anual.
Predicciones regionales: Egipto, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos
En Egipto, las previsiones de CoinCodex indican que el precio podría llegar a alrededor de 522,580 libras egipcias por onza, un aumento del 158.46% respecto a los precios actuales.
En Arabia Saudita y Emiratos, usando un tipo de cambio estable, el precio de 5000 dólares se traduciría en aproximadamente 18750-19000 riales saudíes y 18375-19000 dirhams emiratíes, respectivamente.
Pero estas previsiones siguen siendo aproximadas y dependen de supuestos que podrían no cumplirse: estabilidad en los tipos de cambio, continuidad de la demanda global, ausencia de shocks económicos mayores.
¿Bajará el oro o continuará su ascenso?
A pesar del optimismo, HSBC advierte sobre una posible corrección hacia los 4200 dólares en la segunda mitad de 2026 si los beneficios comienzan a realizarse. Sin embargo, descarta una caída significativa por debajo de los 3800 dólares, a menos que ocurra un shock económico real.
Goldman Sachs alertó sobre una “prueba de la credibilidad del precio”, es decir, la capacidad del oro de mantenerse por encima de los 4800 dólares sin un fuerte apoyo de la demanda industrial.
Por otro lado, J.P. Morgan y Deutsche Bank consideran que el oro ha entrado en una “nueva zona de precios difícil de romper a la baja”, gracias a un cambio estratégico en la percepción de los inversores, que lo ven como un activo a largo plazo y no solo como un juego especulativo a corto plazo.
Análisis técnico: ¿dónde está el oro ahora?
Al romper las líneas de tendencia el 21 de noviembre de 2025, el oro cerró en 4065.01 dólares por onza, tras tocar un máximo de 4381.44 dólares el 20 de octubre.
El precio rompió la línea de canal alcista en el marco diario, pero mantiene la tendencia principal en torno a los 4050 dólares. El nivel de 4000 dólares representa una resistencia clave: si se rompe con un cierre diario claro, el objetivo podría ser los 3800 dólares, en un retroceso del 50% de Fibonacci.
En resistencia, los 4200 dólares representan la primera barrera fuerte, seguidos por 4400 y 4680.
El RSI se estabilizó en 50, indicando neutralidad total: ni sobrecompra ni sobreventa. La línea de MACD permanece por encima de cero, confirmando que la tendencia general sigue siendo alcista a medio plazo.
Predicción técnica: un rango lateral ligeramente alcista entre 4000 y 4220 dólares en el corto plazo, con una visión general positiva.
Conclusión: el oro en una encrucijada en 2026
Las predicciones del precio del oro para mañana martes y más allá giran en torno a una única pregunta: ¿continuará la ola de búsqueda de refugio seguro?
Si las rentabilidades reales permanecen bajas, el dólar débil y los bancos centrales siguen hambrientos de oro, entonces los 5000 dólares no son solo un sueño, sino un objetivo real que podría alcanzarse en el primer o segundo trimestre de 2026.
Pero si la inflación empieza a ceder, las mercados recuperan confianza y las tasas de interés vuelven a subir, el oro podría entrar en una fase de estabilización a largo plazo, alejándose de los picos históricos.
Los inversores prudentes vigilan con atención los próximos datos económicos, los desarrollos geopolíticos y las decisiones de los bancos centrales, ya que cada uno de estos factores puede ser la clave que determine el destino del oro en el próximo año.
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Pronósticos del precio del oro para mañana martes: ¿se acerca el metal precioso a los 5000 dólares en 2026?
El aumento descontrolado del oro genera dudas sobre el camino hacia 2026
El metal amarillo experimentó una ola de subidas históricas durante 2025, alcanzando niveles récord que superaron los 4300 dólares por onza a mediados de octubre, para luego deslizarse a 4000 dólares en noviembre, lo que encendió un intenso debate entre traders y analistas: ¿continuará el metal su ascenso hacia la barrera de 5000 dólares en el próximo año, o espera una corrección inevitable en el mercado?
La respuesta radica en comprender los verdaderos motores de este impulso. Diversos factores se han unido para respaldar la demanda de oro como refugio seguro: la reducción de las expectativas de crecimiento global, el regreso a políticas monetarias acomodaticias, preocupaciones sobre las deudas soberanas y la persistente incertidumbre geopolítica. Todo ello ha llevado a los inversores a reordenar sus prioridades hacia activos más seguros.
Los bancos centrales lideran la demanda: una espada de doble filo
Durante los dos primeros trimestres de 2025, los bancos centrales mundiales añadieron aproximadamente 244 toneladas de oro solo en el primer trimestre, un incremento que supera en un 24% el promedio histórico. Un dato llamativo: el 44% de los bancos centrales mundiales ya poseen reservas de oro, frente al 37% de hace solo un año.
Solo China añadió más de 65 toneladas en los primeros seis meses, repitiendo este comportamiento por vigésimo segundo mes consecutivo. Turquía elevó sus reservas por encima de las 600 toneladas. Esta frenética carrera refleja el intento de los mercados emergentes de liberarse de la dependencia excesiva del dólar y de monedas de reserva débiles.
El Consejo Mundial del Oro prevé que estas compras siguen siendo el principal motor de demanda hasta finales de 2026, especialmente en países como India y China, que buscan proteger sus monedas frente a la volatilidad cambiaria.
La oferta: la escasez intensifica la lucha con la demanda
Por otro lado, la producción minera global alcanzó las 856 toneladas en el primer trimestre de 2025, con un ligero aumento de menos del 1% anual. ¿El problema? Esta cifra no basta para llenar la gran brecha entre la demanda creciente y la oferta limitada.
Para empeorar las cosas: el oro reciclado cayó un 1% en ese mismo período. Los propietarios prefieren mantener sus posesiones en lugar de vender, creyendo en mayores subidas próximas. Este comportamiento psicológico profundiza dramáticamente la escasez de oferta.
Los costos de extracción también han subido considerablemente. El costo medio de minería rondó los 1470 dólares por onza a mediados de 2025, el nivel más alto en una década. Esto limita la capacidad de aumentar la producción, independientemente del alza en los precios, ya que los márgenes de beneficio permanecen estrechos.
Fondos cotizados en oro: una oleada de flujos masivos
Los fondos ETF de oro mostraron un auge excepcional en 2025. Los activos gestionados alcanzaron los 472 mil millones de dólares, y las participaciones subieron a 3838 toneladas, un incremento del 6% respecto al trimestre anterior. Esto se acerca al pico histórico estimado en 3929 toneladas.
Solo en Estados Unidos, estos fondos aportaron 21 mil millones de dólares en la primera mitad de 2025, compensando la caída del 34% en la demanda tradicional de joyería y consumo. Los datos indican que el 28% de los nuevos inversores en mercados desarrollados añadieron oro a sus carteras por primera vez el año pasado.
Estos inversores se mantuvieron firmes en su apuesta incluso en periodos de ligeras correcciones, contribuyendo a la estabilidad de los precios y evitando caídas abruptas.
La Reserva Federal: vientos favorables para el oro
La Reserva Federal de EE. UU. redujo las tasas de interés a un rango de 3.75-4.00% en octubre de 2025, tras comenzar su ciclo de recortes en diciembre de 2024. Los mercados anticipan una reducción adicional de 25 puntos básicos en diciembre de 2025, siendo la tercera en el año.
Informes sugieren que la Fed podría apuntar a una tasa cercana al 3.4% para finales de 2026 en un escenario moderado. Esta bajada en los tipos de interés reduce las rendimientos reales de los bonos estadounidenses, que han caído del 4.6% al 4.07% desde principios de año.
La relación es clara: cuando los rendimientos reales bajan, el oro se vuelve menos costoso de mantener, ya que no genera intereses en efectivo, pero sí mantiene su valor.
Inflación y deuda soberana: un Goliat que impulsa hacia el refugio seguro
El Banco Mundial estima que el precio del oro subió un 35% en 2025. Pero las verdaderas preocupaciones están en el futuro.
La deuda pública global supera el 100% del PIB mundial, según el FMI. Este nivel amenaza con erosionar el poder adquisitivo a largo plazo. El 42% de los fondos de cobertura más grandes aumentaron sus posiciones en oro durante el tercer trimestre de 2025, según Bloomberg, como protección contra estos riesgos financieros acumulados.
Las tensiones geopolíticas se intensifican: el aumento de conflictos eleva la demanda
La incertidumbre geopolítica en 2025 elevó la demanda de oro en un 7% interanual, según Reuters. Los conflictos comerciales entre Washington y Pekín, las tensiones en torno a Taiwán, las preocupaciones energéticas en Oriente Medio, todo ello llevó a los grandes fondos de inversión a cubrirse contra riesgos.
Cuando las tensiones aumentaron, el precio del oro al contado alcanzó los 3400 dólares en julio de 2025, y luego los 4300 dólares en octubre. Cualquier nueva crisis geopolítica en 2026 podría añadir cientos de dólares al precio.
Movimiento del dólar y los bonos: fuerza y debilidad mutua
El dólar estadounidense se debilitó un 7.64% desde su pico a principios de 2025 hasta el 21 de noviembre. Esto hace que el oro sea más barato para los compradores extranjeros, apoyando la demanda global.
Al mismo tiempo, las rentabilidades de los bonos estadounidenses a 10 años bajaron del 4.6% al 4.07%, lo que indica una menor motivación para adquirir deuda soberana segura pero con bajos rendimientos.
Los analistas de Bank of America consideran que la continuidad de esta tendencia podría mantener al oro en un rango de subida sostenible durante todo 2026.
¿Qué esperan los analistas para las predicciones del precio del oro mañana martes y más allá?
Los grandes bancos coinciden en una visión alcista audaz:
HSBC prevé que el oro alcance los 5000 dólares por onza en la primera mitad de 2026, con un promedio anual de 4600 dólares. Esto representa un aumento desde un promedio de 3455 dólares en 2025, un 33% más.
Bank of America también elevó sus expectativas a 5000 dólares como pico potencial, pero con un promedio de cartera de 4400 dólares, advirtiendo de correcciones a corto plazo si los traders toman beneficios.
Goldman Sachs ajustó sus previsiones a 4900 dólares por onza, basándose en fuertes flujos hacia fondos ETF y en la continuidad de las compras de bancos centrales.
J.P. Morgan prevé que el precio llegue a 5055 dólares a mediados de 2026.
El rango más repetido entre expertos: 4800 a 5000 dólares como pico máximo, y 4200 a 4800 dólares como promedio anual.
Predicciones regionales: Egipto, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos
En Egipto, las previsiones de CoinCodex indican que el precio podría llegar a alrededor de 522,580 libras egipcias por onza, un aumento del 158.46% respecto a los precios actuales.
En Arabia Saudita y Emiratos, usando un tipo de cambio estable, el precio de 5000 dólares se traduciría en aproximadamente 18750-19000 riales saudíes y 18375-19000 dirhams emiratíes, respectivamente.
Pero estas previsiones siguen siendo aproximadas y dependen de supuestos que podrían no cumplirse: estabilidad en los tipos de cambio, continuidad de la demanda global, ausencia de shocks económicos mayores.
¿Bajará el oro o continuará su ascenso?
A pesar del optimismo, HSBC advierte sobre una posible corrección hacia los 4200 dólares en la segunda mitad de 2026 si los beneficios comienzan a realizarse. Sin embargo, descarta una caída significativa por debajo de los 3800 dólares, a menos que ocurra un shock económico real.
Goldman Sachs alertó sobre una “prueba de la credibilidad del precio”, es decir, la capacidad del oro de mantenerse por encima de los 4800 dólares sin un fuerte apoyo de la demanda industrial.
Por otro lado, J.P. Morgan y Deutsche Bank consideran que el oro ha entrado en una “nueva zona de precios difícil de romper a la baja”, gracias a un cambio estratégico en la percepción de los inversores, que lo ven como un activo a largo plazo y no solo como un juego especulativo a corto plazo.
Análisis técnico: ¿dónde está el oro ahora?
Al romper las líneas de tendencia el 21 de noviembre de 2025, el oro cerró en 4065.01 dólares por onza, tras tocar un máximo de 4381.44 dólares el 20 de octubre.
El precio rompió la línea de canal alcista en el marco diario, pero mantiene la tendencia principal en torno a los 4050 dólares. El nivel de 4000 dólares representa una resistencia clave: si se rompe con un cierre diario claro, el objetivo podría ser los 3800 dólares, en un retroceso del 50% de Fibonacci.
En resistencia, los 4200 dólares representan la primera barrera fuerte, seguidos por 4400 y 4680.
El RSI se estabilizó en 50, indicando neutralidad total: ni sobrecompra ni sobreventa. La línea de MACD permanece por encima de cero, confirmando que la tendencia general sigue siendo alcista a medio plazo.
Predicción técnica: un rango lateral ligeramente alcista entre 4000 y 4220 dólares en el corto plazo, con una visión general positiva.
Conclusión: el oro en una encrucijada en 2026
Las predicciones del precio del oro para mañana martes y más allá giran en torno a una única pregunta: ¿continuará la ola de búsqueda de refugio seguro?
Si las rentabilidades reales permanecen bajas, el dólar débil y los bancos centrales siguen hambrientos de oro, entonces los 5000 dólares no son solo un sueño, sino un objetivo real que podría alcanzarse en el primer o segundo trimestre de 2026.
Pero si la inflación empieza a ceder, las mercados recuperan confianza y las tasas de interés vuelven a subir, el oro podría entrar en una fase de estabilización a largo plazo, alejándose de los picos históricos.
Los inversores prudentes vigilan con atención los próximos datos económicos, los desarrollos geopolíticos y las decisiones de los bancos centrales, ya que cada uno de estos factores puede ser la clave que determine el destino del oro en el próximo año.