Este año, el mercado de Bitcoin ha sido una montaña rusa. A principios de año, rondaba los 93,000 dólares, y muchos eran optimistas sobre el futuro. A principios de octubre, Bitcoin rompió un máximo histórico de 126,000 dólares, pareciendo que iba a comenzar una nueva tendencia alcista. ¿Y qué pasó? En noviembre, el precio cayó directamente por debajo de los 94,000 dólares, borrando toda la ganancia del año.

¿Lo duro que fue este resultado? Desde otra perspectiva, si compraste Bitcoin en cualquier momento del año y lo mantuviste hasta fin de año, la rentabilidad incluso fue peor que algunos productos de inversión de rendimiento estable. Como activo apodado "oro digital", su desempeño realmente deja que desear.

Lo que también resulta frustrante son los datos de liquidaciones forzosas. Solo el 8 de octubre, en un solo día, hubo 170,000 personas liquidando sus posiciones en todo el mundo, por un monto total de 645 millones de dólares. Muchos no solo no ganaron dinero, sino que también perdieron su capital inicial.

Algunos empiezan a preguntarse: ¿realmente Bitcoin ya no funciona? Mirando a otros mercados, este año el S&P 500 subió un 12%, el oro se mantuvo estable, e incluso el mercado A, conocido por su alta volatilidad, parece estar rindiendo mejor que Bitcoin. En comparación, es fácil que surjan dudas.

Pero este no es momento para desahogarse emocionalmente. Aunque el rendimiento de Bitcoin este año no ha sido el esperado, entender la lógica detrás de ello es mucho más confiable que quejarse a ciegas. La volatilidad del mercado es la norma, lo importante es comprender cómo se ha originado esta tendencia.