El dólar estadounidense realmente ha tenido un año difícil, con una caída cercana al 10%, marcando su peor rendimiento desde 2017. Hay dos principales impulsores detrás de esto: uno, la política arancelaria de Trump que rompió la percepción del dólar como un "refugio seguro"; y dos, el ritmo de reducción de tasas de la Reserva Federal que ha adelantado a otros bancos centrales del mundo. La opinión general del mercado es que esta debilidad continuará el próximo año.

Para nosotros que operamos con criptomonedas, esto debe entenderse desde dos perspectivas:

**A simple vista, es una buena noticia**. La depreciación del dólar hace que activos denominados en dólares como Bitcoin y Ethereum parezcan relativamente más baratos, lo que podría atraer más capital internacional.

**Pero la clave real está en la lógica subyacente**. Es importante entender por qué el dólar se está debilitando. Si es una depreciación ordenada debido a un ciclo económico normal, eso sería realmente favorable para el mercado de criptomonedas. Pero si la independencia de la Reserva Federal se ve comprometida y la depreciación se produce por una política monetaria agresiva para fines políticos, la situación cambia: podría desencadenar temores de inflación y crisis de crédito, haciendo que todos los activos de riesgo sufran, y la volatilidad del mercado cripto se amplifique.

Un fenómeno interesante a observar es que los inversores internacionales están comenzando a cubrirse contra el riesgo del dólar en las acciones estadounidenses, lo que indica que la confianza en la base del dólar se está debilitando. Muchos de estos fondos que buscan alternativas están dirigiendo su atención hacia las criptomonedas.

Mi consejo es centrarse en estos puntos clave:

**Vigilar el índice del dólar (DXY)** — que es un barómetro del sentimiento de riesgo global.

**Distinguir la verdadera causa de la debilidad del dólar** — entender si es impulsada por factores económicos o políticos.

**Mantener una posición flexible** — antes de que el panorama macroeconómico esté completamente claro, no sobrecargar las carteras para evitar ser víctima de expectativas que cambian constantemente.

En definitiva, la depreciación del dólar ha abierto una ventana para los activos criptográficos. Lo que ocurra afuera, si será un viento favorable o una tormenta, dependerá en última instancia de si la Reserva Federal puede resistir la presión política. Los cambios en el personal a principios del próximo año serán la ventana de observación más importante.