El verdadero protocolo no debería requerir esfuerzo para entenderse.

Piensa en ello: si un sistema realmente es descentralizado, todas sus reglas — ya sea la distribución de LP o el plan de emisión diaria de tokens — deberían poder verificarse directamente en la cadena, sin necesidad de que alguien las explique o las transmita.

Ahí está el problema. Muchos proyectos prefieren usar documentación llamativa y descripciones complejas para envolver su propuesta, lo que en realidad aumenta la incertidumbre. Utilizar gráficos y libros blancos para explicar las reglas, en esencia, está pidiendo a los usuarios que confíen — y eso va en contra del espíritu original de la blockchain.

¿A qué se parece la verdadera transparencia? A que el código manda, los datos mandan, y cada registro en la cadena cuenta. Sustituir las explicaciones por hechos verificables, y las promesas por la ejecución de contratos inteligentes. Hacer esto no solo elimina la asimetría de información, sino que también reduce fundamentalmente el riesgo sistémico.

En la era en la que todo en la cadena puede verificarse, los protocolos que todavía cuentan historias en realidad solo te están diciendo: "Confía en mí". Y eso claramente no es el propósito por el cual entramos en Web3.