La regulación de las criptomonedas en Estados Unidos llega a un punto de inflexión. El presidente expresó públicamente que, mientras la Ley de Estructura del Mercado esté sobre su escritorio, no dudará en firmarla. Esta señal tiene un significado importante.

En primer lugar, finalmente romperá el vacío regulatorio que ha persistido en Estados Unidos durante años. Los bancos, fondos y diversas instituciones antes tenían que prepararse mentalmente al invertir en activos digitales — ¿quién sabe si las reglas cambiarán mañana? Ahora, las cosas son diferentes.

Un marco legal claro ha llegado, ¿qué significa esto? La evaluación de riesgos ya no será una caja negra, y los costos de cumplimiento podrán calcularse con precisión. Esto es como dar a los inversores institucionales una tarjeta de tranquilidad. Gran parte del capital tradicional ha estado esperando esta señal; con reglas de juego claras, podrán apostar con confianza.

En definitiva, las criptomonedas pasarán de ser un territorio gris a formar parte oficialmente del ecosistema financiero mainstream. Esto no es solo una estrategia de marketing, sino un cambio institucional. La entrada de capital que esto generará transformará todo el panorama del mercado.