Esta madrugada a las 3:00, se publicará la minuta de la reunión de la Reserva Federal. He configurado la alarma del móvil tres veces—por cierto, un poco embarazoso, la última vez que estuve ocupado mirando el mercado y me quedé dormido, perdiendo una tendencia clave, y todavía me arrepiento.

¿Pero por qué es tan importante esta minuta? En pocas palabras, es el registro de los oficiales de la Reserva Federal después de la reunión, que implica sus verdaderas actitudes respecto a las tasas de interés y la inflación. El mercado de criptomonedas es especialmente sensible a esto: si la minuta es hawkish (indica más subidas de tasas), los fondos se moverán hacia el dólar y activos tradicionales, y Bitcoin podría verse presionado; si la minuta es dovish (da señales de desaceleración), los activos de riesgo serán más buscados y Bitcoin podría reaccionar al alza a corto plazo. Lo clave es que la reacción del mercado nunca es solo una interpretación numérica pasiva, sino una especie de juego de "adivinar la intención oficial", por eso cada publicación de la minuta se convierte en un tema candente.

Pero tengo que darles un toque de realidad: las mareas de liquidaciones no son algo "destinado a suceder", sino el resultado de emociones descontroladas.

Muchos, al escuchar "minuta + volatilidad del mercado", empiezan a preocuparse, temiendo ser "liquidados". Pero la realidad es que la raíz de los liquidaciones no está en la noticia en sí, sino en la "ansiedad colectiva" de los participantes.

En junio del año pasado, la minuta mostraba una postura hawkish, y Bitcoin cayó un 5% ese día, que es una reacción normal del mercado. ¿Y quién fue realmente liquidado? Aquellos que, una hora antes de la publicación, estaban comprando en niveles altos, apostando a que "las malas noticias se agotan y luego son buenas". En febrero de este año, la minuta dio señales dovish, y Bitcoin subió un 8%, lo cual parece una buena noticia, pero quienes fueron liquidado fueron los que, cuando la subida alcanzó el 6%, vendieron rápidamente—temiendo que "las buenas noticias se conviertan en malas".

¿Ves el patrón? El verdadero riesgo no está en la noticia en sí, sino en si puedes mantener la racionalidad y evitar ser arrastrado por las emociones y el pánico del mercado. La clave de esta noche no es predecir el contenido de la minuta, sino preguntarte si realmente estás preparado.