¿Sientes que estos últimos días algo no va bien? Los compradores en las redes sociales están llorando por la apreciación del yen, los que hacen comercio exterior se quejan de que las órdenes son difíciles de cerrar, incluso el señor de abajo pregunta por qué las acciones de EE. UU. están cayendo tan fuerte.

Todo esto proviene de una decisión del Banco de Japón: subir los tipos de interés.

Muchos al escuchar "subir los tipos" quieren deslizar la pantalla y piensan que es demasiado técnico. Pero esta vez es diferente, te lo explicaré con las palabras más sencillas para que puedas entender por qué esto podría ser el mayor riesgo financiero a finales de 2025.

En el mundo financiero, Japón tiene un apodo: "la máquina expendedora de arbitraje global". Durante treinta años, la economía japonesa ha estado débil, y el banco central ha mantenido tasas de interés extremadamente bajas, incluso en territorio negativo en algún momento. En otras palabras, pedir dinero en Japón no solo es sin intereses, sino que los bancos incluso te pagan por tomarlo.

Los capitalistas de Wall Street olfatearon la oportunidad. Ingresaron en Japón, tomando prestados grandes volúmenes de yenes. Dinero a costo cero, como si cayera del cielo. Luego cambiaron esos yenes por dólares, euros, para comprar bonos del gobierno estadounidense, acciones de Nvidia, activos de alto rendimiento en todo el mundo.

Eso es el famoso arbitraje de yenes: costo de préstamo 0%, rendimiento de inversión 5%, una estrategia perfecta para ganar sin arriesgar nada.

El problema es que, una vez que el Banco de Japón suba los tipos, este espacio de arbitraje se comprimirá. Se necesitará que cientos de billones de dólares en fondos de arbitraje vuelvan a su país, lo que inevitablemente provocará ajustes drásticos en los precios de los activos globales. El mercado de criptomonedas, como activo de alto riesgo, será el primero en verse afectado. Por eso, la reciente mayor volatilidad en Bitcoin, Ethereum y otras monedas tiene una lógica más profunda: no es solo el sentimiento del mercado, sino un cambio fundamental en el flujo de capitales globales.

En pocas palabras, el disparo que ha hecho Japón al subir los tipos podría volver a reconfigurar toda la distribución de activos a nivel mundial.