Una reciente publicación de datos de análisis de seguridad ha puesto de manifiesto un problema muy real: los ataques de phishing siguen siendo la forma más común de robar fondos. Según los datos del cuarto trimestre de MistTrack, en todo el trimestre se recibieron 300 denuncias de fondos robados, por un monto aproximado de 100.000 dólares. De esas, 9 casos lograron ser congelados o recuperados con éxito, lo que demuestra que una respuesta rápida realmente puede salvar la situación.

En concreto, las técnicas de ataque siguen evolucionando. Los métodos básicos pero efectivos como la falsificación de dominios y el secuestro de autocompletado todavía están muy presentes, pero lo más astuto ahora son la ingeniería social y las estafas de búsqueda de empleo. Los hackers ahora prefieren disfrazarse de reclutadores o proveedores de servicios legítimos, ganándose primero tu confianza antes de atacar. Además, con nuevas técnicas como la inserción de malware y las estafas en redes sociales, los usuarios pueden caer en la trampa sin darse cuenta.

La línea base de la defensa es: no confiar en enlaces desconocidos, no hacer clic en archivos desconocidos, verificar la identidad a través de canales oficiales. La seguridad de la billetera no es 100% garantizada, pero estas operaciones básicas pueden reducir el riesgo en más de la mitad.