La temporada de declaración de impuestos en EE. UU. de 2026 está a punto de llegar, y los inversores en criptomonedas deben prepararse mentalmente: las nuevas reglas ya están aquí.

Los profesionales del sector califican este cambio como un «punto de inflexión» en la tributación de criptomonedas, ya que una serie de nuevas políticas entrarán en vigor en 2025 en las transacciones y en la declaración de impuestos de 2026.

El impacto más directo proviene del formulario 1099-DA. A partir de 2025, las plataformas centralizadas y otras instituciones autorizadas deberán informar a la IRS sobre las ventas y disposiciones de activos criptográficos de sus usuarios, y en 2026 se enviará por primera vez este formulario. A simple vista, no parece un problema, pero el diablo está en los detalles: en las primeras versiones, el formulario suele mostrar solo el monto de la venta, sin incluir el coste base.

¿Y qué significa esto? Si no declaras claramente tus operaciones, la IRS podría asumir automáticamente que tu coste base es cero y enviarte una notificación fiscal en consecuencia.

La IRS también exige que cada cuenta en plataformas de intercambio o monederos autogestionados rastree individualmente el coste base, y que al vender solo puedas hacer coincidir los activos con el lote correspondiente en ese monedero. Esto afecta especialmente a quienes operan en múltiples plataformas, usan DeFi o gestionan sus propias claves privadas.

Los asesores fiscales coinciden en una cosa: reconstruir los registros históricos y organizar todas las transacciones en cadena y fuera de ella será un trabajo único pero extremadamente laborioso. Aunque la IRS ofrece un período de transición en el programa 2024-28, la ventana de cumplimiento realmente es ajustada, y pocos inversores logran completar todo el proceso.