La Reserva Central de Taiwán, en respuesta a la pregunta del legislador葛如鈞 sobre “si el Bitcoin debería ser considerado un activo de reserva del banco central”, presentó recientemente un documento de evaluación por escrito con una conclusión clara: el Bitcoin no es adecuado como activo de reserva del banco central. La Reserva Central de Taiwán señala que existen cuatro riesgos principales en el Bitcoin: alta volatilidad de precios, riesgos de liquidez, riesgos de seguridad y custodia, y marco regulatorio inmaduro, los cuales no cumplen con los tres principios fundamentales de los activos de reserva: “seguridad, liquidez y rentabilidad”.
Los cuatro riesgos principales hacen que la Reserva Central de Taiwán diga no
(Fuente: Reserva Central de Taiwán)
En el documento de evaluación, la Reserva Central de Taiwán detalla los cuatro riesgos principales de considerar el Bitcoin como activo de reserva, riesgos que violan directamente los requisitos básicos de estos activos. Primero, la volatilidad extrema de los precios; la volatilidad del Bitcoin es mucho mayor que la de las monedas fiduciarias y el oro, y en momentos de crisis, una venta rápida podría contradecir la naturaleza de estabilidad de un activo de reserva. La función principal de las reservas del banco central es ofrecer un amortiguador en momentos de crisis financiera o escasez de divisas; sin embargo, el precio del Bitcoin puede caer más del 30% en unos pocos días, una característica que impide cumplir con los requisitos de estabilidad.
Los cuatro riesgos principales señalados por la Reserva Central de Taiwán
Alta volatilidad de precios: Mucho mayor que las monedas fiduciarias y el oro, vender en crisis podría contradecir la estabilidad de un activo de reserva, incapaz de ofrecer una protección de valor confiable.
Riesgo de liquidez: Volumen de operaciones menor que los activos tradicionales y concentrado en pocas plataformas. Si estas plataformas quiebran o enfrentan regulación, la liquidez podría desaparecer instantáneamente, dificultando la liquidación rápida en emergencias.
Riesgos de seguridad y custodia: Enfrenta riesgos de ataques de hackers; la gestión de claves privadas es similar a un pagaré anónimo, difícil de recuperar si se pierden y sin posibilidad de remedios legales.
Marco regulatorio inmaduro: La regulación en diferentes países y regiones es inconsistente, y la falta de un marco legal claro puede generar riesgos legales en la gestión. La gestión transfronteriza sería problemática.
El segundo riesgo, de liquidez, también es mortal. Aunque el volumen de transacciones de Bitcoin parece alto, en realidad es mucho menor que en los mercados de activos tradicionales, además de estar muy concentrado en unos pocos intercambios. Si estos enfrentan quiebras o problemas regulatorios, la liquidez podría desaparecer en un instante. La reserva del banco central de Taiwán necesita activos que puedan liquidarse rápidamente en cualquier momento, y el Bitcoin no puede garantizar eso.
La seguridad y los riesgos de custodia son la tercera gran preocupación. La gestión de claves privadas del Bitcoin es similar a un pagaré anónimo; si se pierden, difícilmente se recuperan, y no hay vías legales para remediarlo. El banco central administra activos estratégicos, y cualquier vulnerabilidad de seguridad podría causar pérdidas irreparables. En contraste, las reservas tradicionales en divisas extranjeras se almacenan en instituciones financieras confiables, protegidas por marcos legales completos y mecanismos de seguro.
El cuarto punto es que el marco regulatorio está en desarrollo. La regulación de las criptomonedas en diferentes países y regiones no es uniforme, y la falta de un marco legal internacional claro podría generar disputas legales en operaciones transfronterizas. Como institución gubernamental, la Reserva Central de Taiwán requiere bases legales claras para todas sus operaciones, y el vacío regulatorio actual no cumple con estos requisitos.
Respuesta mundial de los bancos centrales: 93% no tienen intención de poseer activos digitales
La postura conservadora de la Reserva Central de Taiwán no es un caso aislado, sino que refleja la tendencia predominante en los bancos centrales globales. Según el informe “Global Public Investor 2025” de OMFIF, el 93% de los bancos centrales encuestados no tienen intención de poseer activos digitales, y solo unos pocos países están considerando hacerlo. Esta abrumadora proporción muestra que, sin precedentes internacionales sólidos ni marcos maduros, los bancos centrales no quieren arriesgarse.
Instituciones como el Banco Central Europeo, la Reserva Federal de EE. UU. y el Fondo Monetario Internacional (FMI) mantienen una postura conservadora respecto a reservar Bitcoin. La opinión general internacional es que el Bitcoin carece de valor intrínseco y difiere esencialmente de los activos de reserva tradicionales como el oro. El oro tiene miles de años de consenso en valor y usos industriales que lo respaldan, mientras que el valor del Bitcoin depende completamente de la confianza del mercado, una base demasiado frágil.
Cabe destacar que incluso en el caso más citado, el del Banco Central de Chequia, en realidad no se ha incorporado oficialmente en las reservas. En noviembre, el Banco Central de Chequia anunció una inversión de 1 millón de dólares en un portafolio de prueba de activos digitales, pero este portafolio está completamente separado de las reservas internacionales y no forma parte de ellas. El Banco Central de Chequia dejó claro que esto es solo para obtener experiencia práctica, establecer procesos de gestión de claves y anti lavado de dinero, y no implica reconocimiento del Bitcoin como activo de reserva.
Las stablecoins son el foco de atención del banco central de Taiwán
Aunque la postura respecto al Bitcoin es cautelosa, en el documento de evaluación la Reserva Central de Taiwán menciona que, dado que las stablecoins en dólares estadounidenses tienen ventajas en estabilidad de precios y bajos costos en pagos transfronterizos, podrían desempeñar un papel importante en el futuro, por lo que continuará evaluando cuidadosamente su desarrollo e impacto. Esto indica que el banco central no está completamente en contra de los activos digitales, sino que prioriza aquellos con funciones de pago reales y precios estables.
La diferencia fundamental entre las stablecoins y el Bitcoin radica en su mecanismo de estabilidad de precios. USDT, USDC y otras stablecoins principales están vinculadas a la moneda dólar en una proporción 1:1 y respaldadas por reservas suficientes, con una volatilidad muy baja. Esta característica las hace más adecuadas como herramientas para pagos transfronterizos que como activos de inversión especulativos. El presidente del banco central de Taiwán ha comparado las stablecoins con “el banco de gatos salvajes moderno”, lo que refleja que las autoridades regulatorias comprenden claramente los riesgos, pero también reconocen su posible papel en el sistema financiero.
La situación particular de Taiwán no requiere apuestas de alto riesgo
El experto de la industria,余哲安, señala que Taiwán posee altas reservas en divisas extranjeras y un sistema financiero maduro, muy diferente de economías como El Salvador, y no necesita usar la narrativa del Bitcoin para cubrir fragilidades financieras, atraer inversión extranjera o apostar por la suerte nacional. Taiwán tiene más de 560 mil millones de dólares en reservas en divisas extranjeras, en cuarta posición mundial, mucho más que la mayoría del mercado, con un sistema financiero estable y regulación completa.
Además, el ejemplo citado por el legislador, el de EE. UU., también está equivocado. La orden ejecutiva de Trump trata sobre la confiscación de activos, no sobre que el banco central compre Bitcoin, y los gobiernos estatales tienen libertad para diseñar sus instrumentos fiscales, pero esto no implica que la Reserva Federal esté dispuesta a poseer Bitcoin. Hasta ahora, la Reserva Federal no ha expresado apoyo para incluir Bitcoin en sus reservas, demostrando que, incluso en EE. UU., donde las criptomonedas están más desarrolladas, la postura conservadora a nivel del banco central sigue siendo clara.
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¿Taiwán incluirá Bitcoin en sus activos de reserva estratégica? El banco central da la respuesta definitiva......
La Reserva Central de Taiwán, en respuesta a la pregunta del legislador葛如鈞 sobre “si el Bitcoin debería ser considerado un activo de reserva del banco central”, presentó recientemente un documento de evaluación por escrito con una conclusión clara: el Bitcoin no es adecuado como activo de reserva del banco central. La Reserva Central de Taiwán señala que existen cuatro riesgos principales en el Bitcoin: alta volatilidad de precios, riesgos de liquidez, riesgos de seguridad y custodia, y marco regulatorio inmaduro, los cuales no cumplen con los tres principios fundamentales de los activos de reserva: “seguridad, liquidez y rentabilidad”.
Los cuatro riesgos principales hacen que la Reserva Central de Taiwán diga no
(Fuente: Reserva Central de Taiwán)
En el documento de evaluación, la Reserva Central de Taiwán detalla los cuatro riesgos principales de considerar el Bitcoin como activo de reserva, riesgos que violan directamente los requisitos básicos de estos activos. Primero, la volatilidad extrema de los precios; la volatilidad del Bitcoin es mucho mayor que la de las monedas fiduciarias y el oro, y en momentos de crisis, una venta rápida podría contradecir la naturaleza de estabilidad de un activo de reserva. La función principal de las reservas del banco central es ofrecer un amortiguador en momentos de crisis financiera o escasez de divisas; sin embargo, el precio del Bitcoin puede caer más del 30% en unos pocos días, una característica que impide cumplir con los requisitos de estabilidad.
Los cuatro riesgos principales señalados por la Reserva Central de Taiwán
Alta volatilidad de precios: Mucho mayor que las monedas fiduciarias y el oro, vender en crisis podría contradecir la estabilidad de un activo de reserva, incapaz de ofrecer una protección de valor confiable.
Riesgo de liquidez: Volumen de operaciones menor que los activos tradicionales y concentrado en pocas plataformas. Si estas plataformas quiebran o enfrentan regulación, la liquidez podría desaparecer instantáneamente, dificultando la liquidación rápida en emergencias.
Riesgos de seguridad y custodia: Enfrenta riesgos de ataques de hackers; la gestión de claves privadas es similar a un pagaré anónimo, difícil de recuperar si se pierden y sin posibilidad de remedios legales.
Marco regulatorio inmaduro: La regulación en diferentes países y regiones es inconsistente, y la falta de un marco legal claro puede generar riesgos legales en la gestión. La gestión transfronteriza sería problemática.
El segundo riesgo, de liquidez, también es mortal. Aunque el volumen de transacciones de Bitcoin parece alto, en realidad es mucho menor que en los mercados de activos tradicionales, además de estar muy concentrado en unos pocos intercambios. Si estos enfrentan quiebras o problemas regulatorios, la liquidez podría desaparecer en un instante. La reserva del banco central de Taiwán necesita activos que puedan liquidarse rápidamente en cualquier momento, y el Bitcoin no puede garantizar eso.
La seguridad y los riesgos de custodia son la tercera gran preocupación. La gestión de claves privadas del Bitcoin es similar a un pagaré anónimo; si se pierden, difícilmente se recuperan, y no hay vías legales para remediarlo. El banco central administra activos estratégicos, y cualquier vulnerabilidad de seguridad podría causar pérdidas irreparables. En contraste, las reservas tradicionales en divisas extranjeras se almacenan en instituciones financieras confiables, protegidas por marcos legales completos y mecanismos de seguro.
El cuarto punto es que el marco regulatorio está en desarrollo. La regulación de las criptomonedas en diferentes países y regiones no es uniforme, y la falta de un marco legal internacional claro podría generar disputas legales en operaciones transfronterizas. Como institución gubernamental, la Reserva Central de Taiwán requiere bases legales claras para todas sus operaciones, y el vacío regulatorio actual no cumple con estos requisitos.
Respuesta mundial de los bancos centrales: 93% no tienen intención de poseer activos digitales
La postura conservadora de la Reserva Central de Taiwán no es un caso aislado, sino que refleja la tendencia predominante en los bancos centrales globales. Según el informe “Global Public Investor 2025” de OMFIF, el 93% de los bancos centrales encuestados no tienen intención de poseer activos digitales, y solo unos pocos países están considerando hacerlo. Esta abrumadora proporción muestra que, sin precedentes internacionales sólidos ni marcos maduros, los bancos centrales no quieren arriesgarse.
Instituciones como el Banco Central Europeo, la Reserva Federal de EE. UU. y el Fondo Monetario Internacional (FMI) mantienen una postura conservadora respecto a reservar Bitcoin. La opinión general internacional es que el Bitcoin carece de valor intrínseco y difiere esencialmente de los activos de reserva tradicionales como el oro. El oro tiene miles de años de consenso en valor y usos industriales que lo respaldan, mientras que el valor del Bitcoin depende completamente de la confianza del mercado, una base demasiado frágil.
Cabe destacar que incluso en el caso más citado, el del Banco Central de Chequia, en realidad no se ha incorporado oficialmente en las reservas. En noviembre, el Banco Central de Chequia anunció una inversión de 1 millón de dólares en un portafolio de prueba de activos digitales, pero este portafolio está completamente separado de las reservas internacionales y no forma parte de ellas. El Banco Central de Chequia dejó claro que esto es solo para obtener experiencia práctica, establecer procesos de gestión de claves y anti lavado de dinero, y no implica reconocimiento del Bitcoin como activo de reserva.
Las stablecoins son el foco de atención del banco central de Taiwán
Aunque la postura respecto al Bitcoin es cautelosa, en el documento de evaluación la Reserva Central de Taiwán menciona que, dado que las stablecoins en dólares estadounidenses tienen ventajas en estabilidad de precios y bajos costos en pagos transfronterizos, podrían desempeñar un papel importante en el futuro, por lo que continuará evaluando cuidadosamente su desarrollo e impacto. Esto indica que el banco central no está completamente en contra de los activos digitales, sino que prioriza aquellos con funciones de pago reales y precios estables.
La diferencia fundamental entre las stablecoins y el Bitcoin radica en su mecanismo de estabilidad de precios. USDT, USDC y otras stablecoins principales están vinculadas a la moneda dólar en una proporción 1:1 y respaldadas por reservas suficientes, con una volatilidad muy baja. Esta característica las hace más adecuadas como herramientas para pagos transfronterizos que como activos de inversión especulativos. El presidente del banco central de Taiwán ha comparado las stablecoins con “el banco de gatos salvajes moderno”, lo que refleja que las autoridades regulatorias comprenden claramente los riesgos, pero también reconocen su posible papel en el sistema financiero.
La situación particular de Taiwán no requiere apuestas de alto riesgo
El experto de la industria,余哲安, señala que Taiwán posee altas reservas en divisas extranjeras y un sistema financiero maduro, muy diferente de economías como El Salvador, y no necesita usar la narrativa del Bitcoin para cubrir fragilidades financieras, atraer inversión extranjera o apostar por la suerte nacional. Taiwán tiene más de 560 mil millones de dólares en reservas en divisas extranjeras, en cuarta posición mundial, mucho más que la mayoría del mercado, con un sistema financiero estable y regulación completa.
Además, el ejemplo citado por el legislador, el de EE. UU., también está equivocado. La orden ejecutiva de Trump trata sobre la confiscación de activos, no sobre que el banco central compre Bitcoin, y los gobiernos estatales tienen libertad para diseñar sus instrumentos fiscales, pero esto no implica que la Reserva Federal esté dispuesta a poseer Bitcoin. Hasta ahora, la Reserva Federal no ha expresado apoyo para incluir Bitcoin en sus reservas, demostrando que, incluso en EE. UU., donde las criptomonedas están más desarrolladas, la postura conservadora a nivel del banco central sigue siendo clara.