Los legisladores de Rusia reafirmaron la prohibición de usar Bitcoin y Ethereum para pagos cotidianos, permitiendo las criptomonedas solo para inversión. El Banco Central continúa oponiéndose a los pagos en criptomonedas, enfatizando la estabilidad financiera. Se permite un uso limitado para el comercio transfronterizo, pero el rublo sigue siendo obligatorio para las transacciones nacionales.